Al menos a 159 asciende el número las personas fallecidas en el terremoto de seis grados de magnitud de la escala Richter que ha devastado varias localidades del centro de Italia, pero el numero de muertos seguirá creciendo, ya que quedan decenas de desaparecidos.
En el último balance, se informó de que 106 personas resultan fallecidas en la zona de la provincia de Rieti, donde se encuentra la localidad de Amatrice, que ha quedado completamente destruida.
La tierra tembló a las 3:36 (hora local) con epicentro en la población de Accumoli, en la provincia de Rieti, y el seísmo duró unos 30 segundos, según los datos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia. Esa duración ha sido suficiente para hacer prácticamente desaparecer varias localidades de las provincias de Rieti y de Ascoli Piceno, a pocos kilómetros de L’Aquila, donde en 2009 se produjo otro terremoto que causó más de 200 muertos.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, explicó que este número está destinado a subir inevitablemente ya que hay decenas de desaparecidos y especificó que es muy difícil saber el número de personas que pueden seguir bajo los escombros ya que en estas poblaciones se llenan en verano con los turistas. Asimismo, detalló que las localidades más afectadas son las de Amatrice, Accumoli y Pescara del Tronto, donde se han concentrado casi todas las víctimas
Amatrice, pequeña localidad situada en una colina y en una zona muy turística, según su alcalde, Sergio Pirozzi, es un pueblo “que ya no existe”. Otro de los enclaves que prácticamente desaparecieron es Accumoli, a pocos kilómetros de Amatrice, y el alcalde, Stefano Petrucci, aseguró que ha sido devastada y casi todas las casas se han derrumbado y las que siguen en pie están dañadas.
Doce horas del seísmo, los equipos de rescate seguían buscando de supervivientes en Amatrice, Accumoli y Arquata, los pueblos más afectados.
En Pescara del Tronto, una niña de 10 años fue rescatada con vida y en buenas condiciones después de pasar más de 16 horas bajo los escombros.
Uno de los problemas es que se han producido numerosas réplicas, algunas cercanas a los cinco grados Richter, por lo que existe el temor a nuevos derrumbes.
A última hora de ayer la atención de Protección Civil, que coordina las tareas de rescate y de ayuda, se centraba también en alojar a las miles de personas que se han quedado sin hogar.
El problema es cuantificar las personas que necesitarán ayuda, ya que son pueblos en los que aumenta la población en verano
Ya se han instalado cuatro campos en varios puntos de la zona con una capacidad cada uno de 250 personas.
Por el momento, el Gobierno ha destinado 234 millones para emergencia inmediata, informó ayer el Ministerio de Economí, pero además se han activado numerosos números para recoger dinero para apoyar a la Protección Civil.