El presidente francés, François Hollande, afronta con una popularidad muy baja su último año de mandato, según varios sondeos publicados hoy coincidiendo con la intervención televisiva del jefe del Estado para tratar de remontar en las encuestas.

El 87 % de los franceses considera que su acción gubernamental ha sido negativa, con un 47 % que incluso la califica de "muy negativa", según un sondeo publicado por la televisión "BFMTV".

Con respecto a hace doce meses, el presidente ha incrementado seis puntos la tasa de insatisfechos, indica la encuesta.

Solo el 13 % de los encuestados considera "positivo" el trabajo de Hollande.

Por sensibilidades políticas, todos rechazan el balance de los cuatro primeros años de mandato del presidente, aunque con matices.

El 97 % de los de derecha y extrema derecha lo consideran negativo, mientras que entre los de izquierdas son el 69 %, mientras que entre los del Partido Socialista opina así el 63 %.

Otro sondeo, publicado por el diario "Le Parisien", revela que el 76 % de los franceses no quiere que Hollande se presente a la reelección y considera que debe dejar su puesto de candidato a otro representante de la izquierda.

Incluso entre los simpatizantes de izquierda, el 66 % quiere que el presidente no vuelva a presentarse.

Esta encuesta muestra que el 71 % de los franceses no está interesado en ver esta noche la intervención televisiva de Hollande, un ejercicio en el que el presidente pretende explicar sus medidas de Gobierno para tratar de reconquistar popularidad.

Durante hora y media, en la televisión pública "France 2" el presidente responderá a preguntas de varios periodistas, pero también de un grupo de ciudadanos, que tendrá la oportunidad de interrogarle directamente.

El programa está rodeado de polémica después de que una sindicalista normanda, que inicialmente iba a ser uno de los ciudadanos elegidos por la cadena, fuera excluida a última hora, según ella, por presiones del Elíseo.

Tanto "France 2" como el entorno del presidente han desmentido una intervención política para excluirla.