Al menos 518 personas han muerto en la provincia de Alepo desde el inicio de una ofensiva de las fuerzas del régimen sirio, el pasado 1 de febrero, en el norte de esa región, dijo hoy el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman.

De esas víctimas, al menos 101 son civiles y 89 de ellos perdieron la vida en los ataques de los efectivos gubernamentales, que cuentan con el respaldo de los bombardeos de la aviación de Rusia; otros 12 fallecieron por el fuego de organizaciones armadas opositoras en los pueblos de mayoría chií de Nubul y Al Zahrá.

En los bandos contendientes, hubo al menos 169 bajas en las filas de facciones rebeldes sirias, a las que se suman 105 combatientes, entre los que hay extranjeros, del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y de otros grupos yihadistas que luchan contra las autoridades sirias.

En las filas gubernamentales, al menos 143 soldados y milicianos progubernamentales perecieron durante las hostilidades.

Durante esta ofensiva, el régimen, que está apoyado por la Guardia Revolucionaria Iraní, ha avanzado y recuperado el dominio de varias localidades del norte de Alepo, además de romper el asedio de más de tres años impuesto por el Frente al Nusra en torno a Nubul y Al Zahrá.

Las operaciones militares han ocasionado el desplazamiento de 31.000 personas de Alepo, según los últimos datos de la ONU, muchas de las cuales se han dirigido a la frontera con Turquía, donde permanecen atrapadas a la espera de que las autoridades del país vecino les permitan entrar.