El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) negó hoy que hubiera recibido alguna solicitud de impugnación de diputados opositores como lo denunció anteriormente la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que aseguró que el oficialismo había activado un procedimiento de este tipo.

"El Tribunal Supremo de Justicia informa a la opinión pública que la Sala Electoral no ha recibido ninguna acción judicial esta semana con el objeto de impugnar los resultados de las elecciones parlamentarias realizadas el pasado 6 de diciembre", dice un escrito del TSJ publicado en su página web.

En el escrito se indica que esta aclaración "obedece a declaraciones ofrecidas por voceros (portavoces) políticos" y a falsas informaciones "que de forma irresponsable han puesto a circular" algunos ciudadanos en las redes sociales, "que en nada contribuyen con el clima de paz y tranquilidad que reina en el país".

Se indica, además, en este comunicado, que la Sala Electoral no ha trabajado esta semana "ni se han recibido amparos".

Anteriormente la MUD denunció que estaba en marcha un supuesto "golpe judicial" pues el TSJ había recibido este martes un recurso introducido por el oficialismo contra la proclamación de 22 diputados electos el pasado 6 de diciembre en unas legislativas en las que la oposición logró una victoria contundente.

El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, dijo que la oposición aún desconocía contra qué diputados era la medida que supuestamente había introducido el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), pues esta ha sido una "operación secreta, encapuchada", una medida que calificó de "suicida" por parte del Gobierno.

Informó además que la MUD ya se había comunicado con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y directamente con el expresidente dominicano Leonel Fernández, jefe de la misión electoral de este mecanismo en las legislativas de diciembre, en las que la oposición logró 112 diputados contra 55 de chavismo.

Asimismo, dijo que la alianza también se comunicó con la Organización de Estados Americanos (OEA), con la Unión Europea y con "los jefes de parlamentos de todo el hemisferio para que estén en estado de alerta en función de lo que está ocurriendo, porque es muy grave".