El expresidente del Banco Espírito Santo (BES) Ricardo Salgado podrá pasar a libertad condicional siempre y cuando desembolse una fianza de tres millones de euros, informó hoy la Fiscalía portuguesa.

Salgado estaba en prisión domiciliaria desde el pasado julio por ser sospechosos de haber cometido varios delitos que precipitaron la quiebra en el 2014 del que fue el segundo mayor banco del país, el BES.

Falsificación, hurto cualificado, abuso de confianza, fraude fiscal, corrupción en el sector privado y blanqueo de capitales son los principales delitos que la Justicia lusa investiga.

El antiguo banquero -considerado durante décadas uno de los hombres con más poder e influencia de Portugal- carecía de pulsera electrónica, aunque necesitaba de un permiso del juez cada vez que pretenda abandonar su vivienda, situada en la lujosa zona de Cascais.

En otro caso judicial de fraude fiscal y blanqueo de capitales, el "Monte Branco", Salgado abonó una fianza de tres millones de euros para salir en libertad provisional en el verano de 2014, cuando comenzaba a derrumbarse el imperio Espírito Santo.

El BES fue intervenido en agosto de 2014 por el Banco de Portugal después de que se registraran pérdidas multimillonarias tras un análisis exhaustivo de sus cuentas que sacó a la luz operaciones de alto riesgo desconocidas hasta el momento.

El banco se dividió entonces en una parte de activos saludables reflotado con un crédito público de casi 4.000 millones, el Novo Banco, y en otra de tóxicos, que dejó a miles de ahorradores y pequeños accionistas sin sus inversiones.