El presidente del Senado de Brasil, Renán Calheiros, exigió ayer que el Gobierno de Dilma Rousseff tenga una "reacción altiva" frente a la "hostilidad" con que fue recibido en Venezuela un grupo de parlamentarios brasileños.

En una nota oficial, Calheiros dijo que los senadores brasileños que viajaron a Caracas para intentar visitar a líderes opositores presos se comunicaron por teléfono e hicieron "relatos aprensivos" sobre "manifestaciones hostiles" que les sorprendieron cuando salían del aeropuerto de Maiquetía hacia la capital venezolana.

Según se informó desde Caracas, una camioneta que trasladaría a los senadores desde el aeropuerto hacia la capital encontró diversos "obstáculos" y se vio obligada a regresar al terminal, aunque de acuerdo a las denuncias de los parlamentarios, algunos grupos de manifestantes "hostiles" también contribuyeron a tomar esa decisión.

En el comunicado, Calheiros señaló que "repudia y abomina esos acontecimientos" y que pretende exigir que el Gobierno brasileño tenga "una reacción altiva" frente a esos "gestos de intolerancia".

De acuerdo con Calheiros, "las democracias verdaderas no admiten convivir con manifestaciones incivilizadas y medievales", que "precisan ser combatidas enérgicamente para que no se vuelvan a reproducir."