El Parlamento británico dio ayer luz verde a continuar tramitando el proyecto de ley que permitirá convocar un referéndum sobre la salida o permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), con 544 votos a favor y 53 en contra.

La oposición laborista respaldó la ley impulsada por el primer ministro, el conservador David Cameron, que aspira a reformar la relación entre el Reino Unido y la UE antes de celebrar el plebiscito, previsto para antes del fin de 2017.

El texto superó el trámite de la segunda lectura parlamentaria, la primera ocasión en la que los diputados debatían el proyecto, y pasará ahora a una nueva fase en la que los partidos propondrán enmiendas y cláusulas adicionales.

El ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, que lideró el debate por parte de los conservadores, argumentó que "una generación entera" ha visto negado su derecho a pronunciarse sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE.

"Han pasado casi cuatro décadas desde que yo y millones de británicos depositamos nuestro voto a favor de ser miembros de la comunidad europea", dijo el jefe de la diplomacia británica en referencia al plebiscito de 1975 en el que el Reino Unido decidió continuar formando parte de la entonces llamada Comunidad Económica Europea (CEE).

"Como muchos otros millones de personas, yo pensaba que estaba votando por una comunidad económica que traería significativos beneficios económicos al Reino Unido, pero sin minar nuestra soberanía nacional", dijo Hammond.

El ministro de Exteriores, ratificado en su puesto tras las elecciones generales del pasado 7 de mayo, subrayó que su Gobierno detallará a finales de este mes las medidas concretas que quiere negociar con Bruselas antes de fijar una fecha para la consulta.

Cameron sugirió en los últimos meses que quiere modificar tratados europeos para limitar la libre circulación de ciudadanos comunitarios y dotar de mayor independencia judicial al Reino Unido.