El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió ayer en la Casa Blanca al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para abordar la postura "cada vez más agresiva" de Rusia en el conflicto ucraniano y cómo mejorar el apoyo en defensa a Irak en el combate al Estado Islámico (EI).

Obama se reunió con Stoltenberg en un "momento difícil e importante" para la Alianza Atlántica, según dijo a los periodistas al término del encuentro celebrado en el Despacho Oval.

El presidente estadounidense indicó que él y el jefe de la OTAN dialogaron sobre "la postura cada vez más agresiva que Rusia ha tomado" en el conflicto en Ucrania y reafirmaron la "importancia" de que se apliquen los acuerdos de paz de Minsk.

Esos acuerdos "son el camino hacia la paz", enfatizó el noruego, quien asumió la Secretaría General de la OTAN el año pasado, al urgir a Rusia a que deje de apoyar a los separatistas del este de Ucrania.

De acuerdo con los últimos datos ofrecidos por el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, el conflicto en el este del país, que estalló en abril de 2014, ha causado casi 7.000 muertos entre la población civil y 1.800 en las filas de las fuerzas gubernamentales.

Por otro lado, Obama y Stoltenberg coincidieron en que la OTAN enfrenta en la actualidad nuevas amenazas y retos del llamado "frente sur", relacionados con el combate a los yihadistas del EI y la situación de inestabilidad y violencia en Libia.

Eso implica, de acuerdo con Obama, "aumentar la creación de capacidades de defensa" en países como Irak o los aliados del Golfo Pérsico.

Obama no se pronunció sobre unos polémicos comentarios de su secretario de Defensa, Ashton Carter, quien has dicho que la reciente toma de la ciudad de Ramadi por los yihadistas demuestra que parece haber "un problema con la voluntad de los iraquíes para pelear contra el EI y defenderse".

Obama apuntó que EEUU y sus aliados deben pensar si están organizando de forma eficaz a su personal militar en Irak.