El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó ayer que el Gobierno quiere lograr una solución viable para Grecia y no solo un acuerdo que resuelva los problemas del país a corto plazo, aunque recalcó que no aceptará "condiciones humillantes" para lograrlo.

"No vamos a aceptar condiciones humillantes en esta negociación. La gran mayoría social no puede permitirse nuevos ajustes", dijo Tsipras en un discurso ante el comité central de su partido, el izquierdista Syriza.

El primer ministro reiteró que en las negociaciones con las instituciones (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) su Ejecutivo "no va a ceder en las demandas poco razonables en materia de IVA, sobre el trabajo u otras esferas".

Las líneas rojas del Gobierno, la oposición al recorte de salarios y pensiones y a la liberalización completa del mercado laboral, así como la reforma del IVA son los temas que generan mayor desacuerdo con los acreedores.