El Partido Conservador del primer ministro británico, David Cameron, es la formación que obtuvo el mayor número de escaños, 316, en las elecciones celebradas ayer en el Reino Unido, según un sondeo a pie de urna de la cadena BBC. La consulta, divulgada al cierre de los colegios electorales, sobre las 22:00 hora local (21:00 GMT), señala que los laboristas de Ed Miliband han logrado 239 asientos, seguidos del Partido Nacionalista Escocés (SNP), con 58 escaños.

Los nacionalistas escoceses sacarían casi todos los asientos -59- reservados para Escocia en la Cámara de los Comunes.

El Partido Liberal Demócrata, del viceprimer ministro Nick Clegg y socio de los conservadores en la última legislatura, se quedó en cuarto lugar, con 10 escaños, una fuerte caída frente a los 56 que habían sacado en las elecciones generales de 2010.

Los galeses de Plaid Cymru, según el sondeo a pie de urna, obtendrían 4 escaños, mientras que el eurófobo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), se queda con apenas dos.

Los británicos votaron para renovar los 650 escaños de la Cámara de los Comunes del Parlamento de Westminster.

Los sondeos sobre intención de voto publicados durante la campaña electoral mantuvieron en un empate a los dos principales partidos del Reino Unido, el conservador y el laborista, los únicos con posibilidades de formar Gobierno según el sistema electoral del país, de mayoría simple a una sola vuelta.

En caso de que ni los "tories" ni los laboristas consigan la mayoría necesaria para gobernar en solitario, se verán forzados a negociar una coalición o pactos con fuerzas minoritarias.

En el sistema británico, gana en cada circunscripción electoral el candidato con más votos y a nivel nacional el partido con más escaños, con 650 en liza, por lo que se necesitan 326 asientos para que una formación obtenga la mayoría absoluta.

Esta mayoría podría quedar reducida a 323 si no se cuentan los escaños del partido republicano Sinn Fein, cuyos diputados no acuden a los Comunes porque se niegan a prestar juramento de lealtad a la reina Isabel II -requisito imprescindible para ocupar el escaño-, ni el del presidente de la cámara baja.