Al menos 7 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y 8 combatientes de los Consejos de Salvación (milicianos progubernamentales suníes) murieron ayer en un ataque suicida cometido por el Estado Islámico (EI) en una zona próxima a una importante base militar de Irak.

La base, donde trabajan asesores militares estadounidenses, esta situada en la provincia de Al Anbar, informó hoy una fuente de seguridad.

Los yihadistas del EI también incendiaron la comisaría y un edificio de la administración local de Al Bagdadi.

A las afueras de esa localidad se encuentra la base militar de Ain al Asad, una de las mayores de Irak y donde están desplegados un gran número de asesores estadounidenses.

Para repeler el ataque, la aviación de la coalición internacional contra el EI y liderada por EEUU efectuó varias incursiones aéreas contra los extremistas en los que murieron 12 de estos.

Asimismo se movilizaron combatientes tribales y fuerzas locales para asegurarse el control de los alrededores de Al Bagdadi, donde están combatiendo contra los yihadistas.

La fuente añadió que el Consejo Provincial de Al Anbar pidió ayuda al Gobierno central para que envíe fuerzas militares a Al Bagdadi con el objetivo de expulsar a los yihadistas del lugar, lo que ya ha sido aprobado por el ministro iraquí de Defensa, Jaled al Obeidi.

El EI se hizo el junio con el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak e impuso su dominio en vastas zonas de ese país y de la vecina Siria, donde ha proclamado un califato.