El nuevo ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, afirmó hoy que ha constatado en Europa "un espíritu de negociación" y que el propio presidente del Eurogrupo, Jeroen Djisselbloem, le ha manifestado estar seguro de que se llagará a un acuerdo.

Durante la ceremonia de toma de posesión del ministerio, Varufakis explicó que en la conversación telefónica que mantuvo hace algunos días con Djisselbloem, le expuso "el programa para reducir el coste de la crisis", y este dijo estar "de acuerdo en muchos puntos" y seguro de que se alcanzará "una solución."

"Con Djisselbloem intentaremos poner fin a la desintegración de Europa", recalcó para añadir que la negociación no será fácil, como "nunca lo ha sido en la Unión Europea".

Afirmó que las negociaciones se celebrarán con normalidad y "no habrá ningún duelo, no habrá amenazas y no habrá ninguna pregunta de quién va a caer primero."

Varufakis aseguró que los socios, tras la victoria electoral de Syriza, "reconocen el Gobierno" y le darán una "oportunidad para un nuevo comienzo", que será el reinicio para el "conjunto de Europa".

El nuevo ministro de Finanzas se muestra defensor de la "vida austera" y opositor a una "austeridad piramidal", que reduce los ingresos de los que menos tienen y aumenta las deudas que no pueden pagarse.

Varufakis informó de que tras el primer Consejo de Ministros de esta mañana ha hablado con sus colegas de Francia e Italia, Michel Sapin y Pier Carlo Padoan, respectivamente.

El objetivo del Gobierno de Syriza, dijo, es poner fin a una evolución malsana que empezó hace años.

"En 2010 se trató un problema de quiebra como si fuera un problema de liquidez. De esa manera se pidió y acordó el mayor préstamo de la historia, condicionado a la reducción de ingresos", dijo Varufakis.

El ministro prometió que la intención del Gobierno no es pedir más dinero a los contribuyentes europeos, que ya dieron mucho, para que todo cayera en un "saco roto".