El líder de la izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, juró ayer como nuevo primer ministro griego ante el presidente de la República, Károlos Papulias.

Tsipras, claro vencedor en las elecciones generales celebradas el domingo, no prestó juramento religioso, como es tradicional en la política griega, sino solamente civil.

Posteriormente, Papulias y Tsipras firmaron el decreto de nombramiento de este último como primer ministro, el más joven de la historia de Grecia, que salió de la sala saludando a los fotógrafos con la mano en el corazón.

En un encuentro anterior, Tsipras dijo al presidente de la República que se había reunido con la formación de la derecha nacionalista Griegos Independientes y le aseguró que dicho partido "dará voto de confianza".

"La mayoría absoluta requerida existe y, por ello, podemos formar un Gobierno", afirmó Tsipras, aunque le manifestó también a Papulias que esperaba que esa mayoría se ampliara "aún más" durante la votación de confianza.

La mayoría para confirmar Gobierno se resolvió esta mañana con un acuerdo entre Syriza y Griegos Independientes, que en las elecciones consiguió 13 diputados.

El líder de Syriza realizó un juramento civil y no lo hizo por lo religioso: "Señor presidente, juro que aplicaré la Constitución y las leyes y que trabajaré siempre por el interés general del pueblo heleno".

Es la primera vez en la historia de Grecia que un primer ministro solo jura por lo civil.

Antes del juramento ante Papulias, Tsipras visitó al arzobispo de Atenas, Jerónimo, a quien le comunicó que solamente prestaría juramento civil y no religioso.

"Vine para asegurarle que las relaciones entre la Iglesia y el Estado serán más importantes que en el pasado", resaltó Tsipras.

Grecia tendrá de ahora en adelante una alianza de Gobierno inédita formada por dos extremos, la izquierda radical de Syriza y la derecha nacionalista de los Griegos Independientes (ANEL), que han sellado un pacto cuyo principal denominador común es combatir las políticas de austeridad.

Ambos han combatido ferozmente las políticas de austeridad aplicadas por el Gobierno de Andonis Samarás y los programas de ajuste impuestos por la troika de acreedores.

Las dos formaciones quieren acabar con la tradición del partidismo y nepotismo que ha marcado las últimas décadas de este país, y que es uno de los orígenes de la crisis económica. En ese sentido, abogan por un proceso de depuración de responsabilidades.