Unos 11.00 colegios electorales cerraron ayer sus puertas tras una jornada en la que por primera vez los tunecinos votaron de forma libre para optar entre dos candidatos a la presidencia del país para los próximos cinco años.

La segunda y definitiva vuelta de las elecciones a la Jefatura Suprema de Túnez transcurrió sin grandes incidentes, debido a la protección que las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Interior desplegaron por todo el país.

Los directores de las campañas electorales del candidato favorito, Beyi Caid essebsi, y del presidente saliente, Moncef Marzuki, convocaron sendas ruedas de prensa tras el cierre de los colegios, en dos hoteles de la capital tunecina. La ISIE deberá anunciar el resultado definitiva de los comicios en las próximas 24 horas.

Antes de que se iniciara la segunda vuelta, un presunto terrorista resultó muerto en un tiroteo con militares, después de que un grupo atacase un colegio electoral de madrugada en el pueblo de Hafuz de la región de Qairauán, en el centro del país.

Según afirmó el portavoz del ministerio de Defensa, Belhasán Oueslati, el joven, de 20 años, murió durante la persecución que se inició después de disparar contra los militares que vigilaban un colegio electoral con una escopeta de caza de 16 mililitros.

De igual forma, otro grupo de supuestos terroristas disparó desde una camioneta contra miembros de la Guardia Nacional en un control de carretera en la región de Siliana, al sur de la capital, sin que se produjeran víctimas ni heridos.

El primer ministro, Mehdi Yumá, declaró ante la prensa que estos sucesos son "tentativas desesperadas" porque los terroristas "son conscientes de que la cita electoral es la recta final de la transición democrática".