El alcalde de Los Ángeles (EE.UU.), Eric Garcetti, anunció hoy que los policías de la ciudad empezarán a llevar en su uniforme cámaras de vídeo con el objetivo de ofrecer mayor transparencia a sus intervenciones.

El plan municipal implica incluir una partida en los próximos presupuestos que permita adquirir las aproximadamente 7.000 cámaras de vídeo que se requieren para que todos los agentes de Los Ángeles incorporen el dispositivo a su equipamiento de trabajo.

"Los Ángeles será la primera gran ciudad en la que habrá una cámara en cada policía", dijo el concejal Mitchell Englander, presidente del comité de Seguridad Pública.

La medida responde a la necesidad de mejorar la confianza del ciudadano en las fuerzas de seguridad tras la muerte del joven negro Michael Brown en Ferguson, quien iba desarmado y falleció tras ser tiroteado por un agente que terminó por ser exculpado.

Garcetti aseguró en una rueda de prensa que las cámaras son un gran paso adelante para ayudar a aclarar situaciones como la de Ferguson, aunque no una panacea.

"En la calle las cosas no son siempre cristalinas. Estas cámaras ayudarán a las fuerzas del orden y al ciudadano a encontrar la verdad, y la verdad es esencial para la confianza entre el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) y la comunidad, que ha sido un factor clave para reducir el índice de criminalidad", explicó el alcalde.

La ciudad ha recaudado más de 1,2 millones de euros en donaciones privadas para ayudar a pagar las cámaras.

A principio de este año, el Departamento de Policía comenzó con un programa de prueba para evaluar diferentes tipos de minicámaras, un test que concluyó de forma satisfactoria, lo que llevó a tomar la decisión de contratar más de 800 unidades de cámaras Axon que irán destinadas a policías que patrullan en áreas con alta actividad policial.

Los primeros operativos con esta tecnología estarán en Newton (sur de Los Ángeles) y Mission (Valle de San Fernando), así como en unidades especializadas contra el crimen en la zona centro.