La salida del secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, anticipa un cambio de estrategia en los frentes que Estados Unidos tiene en el exterior, ante las críticas por la falta de una estrategia unificada contra nuevas amenazas como el yihadista Estado Islámico.

Hagel presentó su renuncia este lunes después de dos años al frente del Pentágono en los que ha mantenido desacuerdos con miembros de la administración sobre las acciones a tomar. Se trata del primer cambio en la Administración después de la derrota demócrata en las elecciones legislativas del 4 de noviembre.

Obama se comprometió a acabar las guerras de Irak y Afganistán, pero nuevas amenazas como el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que opera en Irak y Siria; la guerra civil en Siria, y la invasión rusa de parte de Ucrania han generado un nuevo escenario en el que han chocado la Casa Blanca y el Pentágono.

EEUU ha iniciado una campaña contra el EI en Irak y Siria, para la que ha reclutado más de medio centenar de países amparados en una coalición internacional, y ha enviado a Irak 3.000 militares tras el colapso de las fuerzas de seguridad iraquíes, años de entrenamiento y millones de dólares invertidos.

Las críticas contra la falta de liderazgo de Hagel y contra la gestión de la Casa Blanca han ido en aumento.