La ONU mostró hoy su alarma sobre nuevas tensiones en Oriente Medio y dio señales de frustración por un conflicto entre palestinos e israelíes que se arrastra desde hace medio siglo, sin visos de que vaya a resolverse a corto plazo.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió en una sesión de urgencia, pedida por uno de sus miembros, Jordania, para analizar una vez más este conflicto, pero terminó con quejas múltiples y sin resoluciones.

Existe desde hace varias semanas un proyecto de resolución árabe que busca fijar una fecha límite para poner fin a la ocupación israelí de los territorios palestinos, pero aunque fue mencionado en la sesión de hoy, el texto ni siquiera llegó a la mesa.

Lo mencionó hoy, entre otros, el secretario general adjunto para Asuntos Políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, en una referencia inusual para altos cargos de la ONU cuando en los pasillos de Naciones Unidas se negocian textos sobre este conflicto.

"Hemos oído que algunos miembros de este consejo de nuevo han comenzado discusiones sobre la posibilidad de adoptar una nueva resolución sobre el conflicto palestino-israelí", dijo Feltman, sin mayores precisiones.

"De nuestra parte, nos preguntamos si el actual paradigma, después de casi 50 años de conflicto, no requiere volver a analizar nuestro compromiso, de acuerdo con las decisiones del Consejo de Seguridad y los incesantes esfuerzos de la comunidad internacional", agregó.

Riyad Mansur, representante palestino ante la ONU, que fue invitado a participar en la sesión del consejo, dijo en declaraciones a los periodistas después de la reunión que el mensaje de Feltman refleja una situación "muy crítica", por lo que urgió a ese órgano de Naciones Unidas a dar un mensaje "muy fuerte".

El proyecto de resolución, que fue planteado por el líder palestino, Mahmud Abás, cuando intervino en las sesiones de alto nivel de la reciente Asamblea General de la ONU, está siendo defendido por Jordania, miembro del Consejo de Seguridad.

Pero al igual que otras iniciativas parecidas defendidas en otras ocasiones por el grupo árabe en la ONU, el texto no ha llegado a la mesa del consejo porque, en principio, no tiene esperanzas de éxito al no tener asegurado que no será vetado por alguno de los países con asiento permanente en el consejo, principalmente Estados Unidos, el mejor aliado que tiene Israel en Naciones Unidas.

La reunión del consejo de hoy fue convocada después de que se conocieran los últimos planes del Gobierno de Israel para construir un millar de nuevas viviendas en Jerusalén Este y otras obras de infraestructura en Cisjordania.

Se hará en territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, en contra del derecho internacional, como recordó hoy la ONU.

"Estos planes, de ejecutarse, una vez más sembrarán dudas sobre el compromiso de Israel de conseguir una paz duradera con los palestinos, teniendo en cuenta que los nuevos asentamientos amenazan la viabilidad del futuro estado de Palestino", dijo Feltman.

El representante de Estados Unidos en la reunión de hoy del consejo, David Pressman, dijo que si país ha dicho "sin ningún tipo de ambigüedad" que estos asentamientos son ilegales.

Pero, al igual que los representantes de otras naciones en el consejo, se limitó a pedir que ambas partes "eviten acciones y retóricas violentas" en un momento "con suficientes tensiones" en la zona, semanas después del sangriento conflicto de Gaza.

También lo dijo Feltman, quien en su exposición advirtió que "un retraso mayor en conseguir la paz sólo va a exacerbar el conflicto más allá y con divisiones más profundas". "El estatus quo no es una opción viaje", insistió el alto funcionario de la ONU.

Israel, cuyo representante, Ron Prosor, también fue invitado a la sesión, utilizó referencias bíblicas y su habitual letanía de argumentos para decir que Israel no es una nación "ocupante" y que Jerusalén será siempre "la capital eterna" del estado israelí.

La reunión fue cerrada por la representante de Argentina, María Cristina Perceval, cuyo país tiene este mes la presidencia de turno del Consejo de Seguridad, y quien también alertó sobre la "manera peligrosa" en la que está escalando este conflicto.

Citó el mencionado proyecto de resolución árabe y pidió al consejo "voluntad y ética política" para conseguir, "de una vez por todas, la coexistencia pacífica, justa, respetuosa, tolerante y duradera entre israelíes y palestinos".