El avance sobre el terreno del grupo Estado Islámico (EI) ha forzado el desplazamiento de unas 180.000 personas en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, donde los yihadistas han tomado el control casi total de la ciudad de Hit.

La situación en Hit se mantiene hoy estable, según informaron fuentes de seguridad, sin que se hayan registrado avances ni de los yihadistas ni del Ejército.

Las autoridades solo mantienen su dominio sobre el barrio de Al Bunamer, ubicado en la parte este de la localidad, cuyas principales sedes gubernamentales y de seguridad han caído en manos del EI.

Hit, con unos 300.000 residentes, albergaba además a 100.000 refugiados de otras áreas de Irak afectadas por el conflicto, según estimaciones de Naciones Unidas.

Varios desplazados contactados hoy por por teléfono explicaron los riesgos de su huida de Hit y sus temores durante los últimos días de combates entre el Ejército y los yihadistas.

Jalaf Nizal, de 45 años, explicó que combatientes del EI entraron hace varios días en Hit, a setenta kilómetros al oeste de Ramadi, capital de Al Anbar, y se hicieron con el control de edificios oficiales y castrenses.

La única instalación importante que no había sido capturada por los extremistas era el cuartel de entrenamiento militar, en el norte de Hit, que fue ocupado ayer después de la retirada de las fuerzas iraquíes a la base de Al Bagdadi, en las afueras de la población.

Desde la zona de Abu Graib, a 25 kilómetros al oeste de Bagdad, donde se ha refugiado, Nizal dijo que el viaje fue "muy difícil y lleno de riesgos", y que tuvo que seguir rutas desérticas para escapar a los puestos de control establecidos por los yihadistas.

También tenía miedo de caer en manos de las milicias chiíes respaldadas por el Gobierno, a las que Amnistía Internacional acusó hoy de perpetrar crímenes de guerra contra los suníes, como detenciones y asesinatos.

En Abu Graib, Nizal vive en un edificio en construcción junto a otros refugiados, como Abu Gait.

"Hemos dejado todo y hemos escapado con nuestras familias de la represión del EI y de los bombardeos que empezaron después de que los yihadistas tomasen la ciudad", lamentó Abu Gait.

Este hombre explicó que durante el camino vio a decenas de familias que abandonaban Hit y otras zonas cercanas, y llevaban con ellos objetos ligeros de valor.

Su situación en Abu Graib es ya difícil, pero, según advirtió Abu Gait, empeorará con la llegada del invierno, porque no tiene dinero suficiente para alquilar una casa equipada.

De las 180.000 personas que se han visto obligadas a desplazarse en los últimos días de Al Anbar, el 75 por ciento procede de Hit, según los datos facilitados ayer por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

La OCHA alertó de que muchas personas necesitan asistencia urgente, incluyendo alimentos, agua y refugio, en Irak, donde la violencia ha desplazado a 1,8 millones de personas dentro del país, 400.000 de ellas en la provincia de Al Anbar.

En esta línea, Abu Gait pidió al Gobierno de Bagdad que les proporcione tiendas de campaña, alimentos y ropa, así como asistencia médica y educativa.

También se quejó de su situación Feras al Dalimi, funcionario gubernamental de 25 años que hace un mes y medio se casó y agotó todos sus ahorros en preparar su vida matrimonial.

"De repente me he convertido en un refugiado, junto a mi mujer, sin casa y sin dinero para cubrir nuestras necesidades básicas", dijo a desesperado.

Al Dalimi, que está alojado de forma provisional en casa de una familia del barrio de Al Ameriya, en el oeste de Bagdad, pidió al Gobierno y a las organizaciones humanitarias que les saquen de su dramático estado.

Y es que, además de las malas condiciones de vida, Bagdad tampoco es el refugio más seguro. En los últimos días se han sucedido varios atentados en la capital causando decenas de muertos.

Una veintena de personas murió y otras 60 resultaron heridas ayer en tres ataques simultáneos perpetrados con explosivos en varios barrios de mayoría chií en la capital.

Estos atentados fueron reivindicados en las últimas horas por el EI, que apuntó que el objetivo eran "milicianos chiíes y fuerzas de seguridad" que intentan frenar el avance de los yihadistas hacia la capital.