La madre del periodista decapitado en agosto por el Estado Islámico (EI) James Foley, Diane Foley, ha lamentado este martes que el Gobierno norteamericano no negociara con los captores de su hijo para intentar salvarle la vida.

Lo ha hecho durante la presentación en España de la Fundación James Foley, en la sede barcelonesa del Col·legi de Periodistes de Catalunya, donde la madre del periodista ha criticado la "falta de compromiso" del Gobierno americano con los reporteros de guerra.

"Hubiera deseado que nuestro gobierno hubiera estado dispuesto a negociar, aunque admito que no sé si esto hubiera cambiado algo porque EI tiene demasiado odio", ha destacado Foley, que también ha dicho que admira el modo con el que España respeta a los reporteros en zonas de conflicto y está dispuesta a pagar rescates por ellos.

Ha concretado que la fundación se ha constituido con el objetivo de dignificar el periodismo en zonas de conflicto y concienciar de la importancia de la labor de estos reporteros para dar voz a las personas que sufren: "Esto es una asignatura que todavía está muy pendiente en Estados Unidos".

"Jim murió demasiado pronto y todavía tenía mucho trabajo por hacer", ha lamentado, y ha instado a las administraciones a apoyar a las familias que se encuentran en la misma situación que la suya porque han perdido a un familiar: este año ya han fallecido 51 periodistas y 11 colaboradores, mientras que 180 reporteros se encuentran capturados.

La fundación trabajará "para que se comprenda el valor de los reporteros de guerra y la labor humanitaria que realizan", con el objetivo de que los nuevos posibles casos de captura se gestionen con una mayor voluntad negociadora.

INICIATIVA POSITIVA

La decana del Col·legi de Periodistes, Neus Bonet, ha agradecido que la fundación haya elegido Barcelona para presentar su iniciativa, y ha admitido que es "muy emocionante poder acoger algo tan positivo" para la dignificación de los periodistas y su labor.

Además, los periodistas Marc Marginades y Javier Espinosa han coincidido en "la bondad y altruismo" que caracterizaban a Foley, que decidió dedicarse al periodismo para dar voz a los más débiles, después de varios años como educador de colectivos vulnerables.

Además, el fotoperiodista Ricard Garcia Vilanova ha ensalzado el trabajo de Foley durante su cobertura de la guerra de Siria antes de ser capturado, y ha recordado el peligro constante al que están expuestos los reporteros de guerra, que a menudo trabajan como ''free lance''.