Los estudiantes que lideran las protestas prodemocráticas de Hong Kong anunciaron ayer la suspensión del diálogo con el Gobierno que habían aceptado la pasada madrugada sobre el futuro político de la isla.

Esta decisión responde a los episodios de violencia registrados cuando grupos de manifestantes fueron atacados por ciudadanos contrarios a sus demandas frente a la pasividad de las autoridades, según señalaron las organizaciones que lideran las protestas.

"No tenemos otra opción que suspender el diálogo, después de que el Gobierno y la Policía dieran la espalda a actos violentos de grupos dirigidos contra los manifestantes", anunció la Federación de Estudiantes de Hong Kong, una de las organizaciones promotoras de la movilización.

Numerosos grupos de ciudadanos antiprotestas atacaron a manifestantes en las zonas de Causeway Bay y de Mong Kok, eta última uno de los barrios de más densidad de población, en las que se vivieron las situaciones más tensas de esta jornada, la sexta desde que comenzaron las protestas.

Casi un millar de ciudadanos acorralaron a un centenar de estudiantes en Mong Kok, y trataron de desmontar sus tiendas colocadas en la calle.

Agentes de la Policía organizó una cadena humana para contener a los ciudadanos enfurecidos contra los jóvenes, pero fueron derribados.

Desprotegidos

Según los estudiantes y participantes en la manifestación prodemocrática, les lanzaron botellas de agua y las autoridades "no hicieron nada". Un joven contó cómo le habían derribado y le habían pegado, y la Policía se había quedado "sin hacer nada. Presentaré una denuncia a los agentes", aseguró. Benny Tai, cofundador de la organización "Occupy Central"- una de las principales en el movimiento- dijo que se han tratado de ataques organizados por el Gobierno de Pekín. Esta teoría fue compartida por muchos jóvenes en las manifestaciones, que han demostrado un comportamiento pacífico durante las movilizaciones. "Apenas hay suficientes policías para tanta gente descontrolada", añaden.