Unos 3.000 refugiados sirios se agolparon ayer en la frontera con Turquía huyendo de los combates entre el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y los milicianos kurdos de Siria, que se han intensificado en los últimos días.
Los medios turcos informaron de que el número de refugiados sigue creciendo, la mayoría de ellos mujeres y niños procedentes de las zonas kurdas de Siria.
El Ejército turco ha desplegado blindados en la frontera pero no ha dejado cruzar a los sirios.
Se han producido incluso breves choques entre soldados y ciudadanos turcos que trataban de ayudar a los sirios a cruzar la frontera, informa el diario "Milliyet".
Los soldados llegaron a emplear gases lacrimógenos y algunos manifestantes tiraron piedras a los uniformados.
El diario indica que las autoridades turcas pidieron a los refugiados que se dirigieran a Kobani, una de las localidades kurdas más importantes de Siria, y prometieron enviar allí ayuda humanitaria.
Las fuerzas de EI han tomado en las últimas veinticuatro horas el control de dieciséis pueblos de mayoría kurda en la periferia este y oeste de Kobani.
Si los yihadistas toman esta ciudad se harán con el control de una larga franja de territorio justo en la frontera comprendida entre Siria y Turquía.