El jefe de Estado de Venezuela, Nicolás Maduro, redobló hoy sus esfuerzos en la lucha que ha planteado contra el contrabando, un delito al que señala como causante del desvío de hasta el 40 % de la producción nacional y los alimentos subsidiados para el mercado venezolano.

El presidente venezolano anunció la extensión de la medida de cierre nocturno de la frontera con Colombia por tres meses más, una orden que da el día en el que se cumplía un mes del inicio de su aplicación.

"La Comisión contra el Contrabando viene funcionando y me ha propuesto que prorrogue la medida presidencial que por decreto emití para la restricción del desplazamiento de carga, personas, en zonas fronterizas (...) las voy a prorrogar por tres meses más a partir del día de hoy y mañana debe salir el decreto temprano", dijo.

Maduro ordenó el pasado 9 de agosto el cierre nocturno de la frontera desde las 22.00 hora local (02.30 GMT) hasta las 05.00 (09.30 GMT) durante 30 días como una medida para frenar el contrabando.

El cierre comenzó a regir el 11 de agosto y desde ese día unos 17.000 integrantes de la Fuerza Armada venezolana custodian la frontera.

El gerente del Observatorio Económico de la Cámara de Comercio de Cucúta (capital del departamento colombiano de Norte de Santander en la frontera), Carlos Gamboa, declaró que durante el mes de vigencia el contrabando cayó entre un 40 % y 50 % en esa región, según datos de la Policía Fiscal y Aduanera (POLFA).

Asimismo, en el departamento colombiano de Arauca, también fronterizo, el comercio ilegal se redujo entre un 20 % y un 30 %, dijo el coordinador de la Unidad de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Arauca, Santiago Parales.

El gobernante venezolano también anunció hoy una inusual medida con la intervención "inmediata" de la oficina que distribuye los productos de la petrolera estatal PDVSA dentro del país.

La decisión responde a otra solicitud de la Comisión Nacional contra el Contrabando, creada a principios de agosto por Maduro y que dirige el vicepresidente, Jorge Arreaza.

"He aprobado dictar un decreto y actuar de manera inmediata con este decreto en el cual ordeno la intervención inmediata de la Dirección de Mercado Nacional de PDVSA en lo que respecta a la distribución de combustible, gasolina, diesel (...) productos y subproductos de hidrocarburos", indicó.

El gobernante adelantó que su Gobierno tiene "indicios serios" de la vinculación de "grupos mafiosos con algunas instancias de empresas del Estado", y advirtió de que el funcionario que incurra en este delito debe ser perseguido y castigado "con el doble de la severidad con que se castiga normalmente".

La intervención de la oficina de la estatal petrolera tiene lugar días después del relevo al frente del Ministerio de Petróleo, donde Maduro colocó a Asdrúbal Chávez, primo del fallecido presidente Hugo Chávez, y de PDVSA, donde nombró a Eulogio del Pino.

Ambos cargos eran ocupados desde hace más de diez años por Rafael Ramírez, quien pasó a encabezar la Cancillería.

Maduro también informó de que con el llamado "plan de choque contra el contrabando" su Gobierno se ha incautado de más de 2.500 toneladas de alimentos en las zonas fronterizas en las últimas tres semanas y más de 830.000 litros de combustible.

Agregó, sin especificar cantidades, que también se han intervenido productos de higiene y limpieza "en una cantidad gigantesca", así como material de construcción.

"Todo lo que a ustedes se les ocurra, toda una cadena de saqueo de nuestro país", subrayó.

Además, dijo que hasta el momento y desde que se inició la batalla contra el contrabando han sido detenidas "in fragranti" 512 personas y 425 están privadas de libertad.

Aseguró que esas personas detenidas están conduciendo a las fuerzas policiales de Venezuela y de Colombia hacia "las cabezas" de las mafias contrabandistas, a las fuentes financieras y logísticas.

"Le agradezco una vez más al presidente (de Colombia, Juan Manuel) Santos y a las autoridades de Colombia", dijo Maduro al referirse a la lucha que los dos países libran contra este delito.

Estos dos países comparten una frontera de 2.219 kilómetros en la que existe una gran actividad de contrabando de todo tipo de productos, sobre todo de Venezuela a Colombia, ante la gran diferencia de precios que deja amplios márgenes de ganancia, que son gigantes en el caso del combustible.