Venezuela rechazó hoy la "intromisión inaceptable" de Estados Unidos en los asuntos internos del país y afirmó que Washington "desconoce" las instituciones democráticas y la constitución del país caribeño.

"Venezuela rechaza categóricamente el comunicado injerencista emitido por el Departamento de Estado de los EE.UU, de fecha 11 de septiembre de 2014, en el cual se pretende desconocer a nuestras instituciones democráticas y los principios consagrados en la Constitución Nacional", dijo la Cancillería venezolana en un comunicado.

El Gobierno venezolano afirmó hoy que es "el único garante del respeto a los derechos y deberes de sus ciudadanos", y está en la "obligación de proteger" a los venezolanos "de la violencia y de la intromisión internacional".

"Los principios más avanzados del respeto a los Derechos Humanos están consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y son un componente fundamental de la moral y la ética de nuestro pueblo", continúa.

El Gobierno de EE.UU. manifestó ayer preocupación sobre la situación de Venezuela, al considerar que hay una "falta de debido proceso" a los detenidos relacionados con las protestas que vivió el país desde febrero y durante varios meses.

La portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf, aseguró que aproximadamente 70 manifestantes detenidos entonces siguen encarcelados, "muchos sin cargos formales", indicó.

Además, manifestó que se ha denegado el derecho a la defensa en el caso del opositor Leopoldo López y que 1.700 personas con cargos no han sido citados por un juez.

En ese sentido, reclamó que las autoridades caribeñas informen "rápidamente" a todas las personas detenidas de los cargos "o sean liberadas o se les garantice el debido proceso en un juicio público y justo en un tribunal independiente e imparcial sin retraso injustificado".

La Cancillería venezolana señaló que estas afirmaciones reflejan "la sostenida actitud de agresión" de Estados Unidos y dijo que el Departamento de Estado "claramente soporta y estimula las acciones de violencia y desestabilización contra nuestro pueblo".

El Gobierno presidido por Nicolás Maduro, finaliza el comunicado, "reafirma su voluntad" de trabajar por la paz y la convivencia entre los pueblos, basados en los principios de respeto mutuo, independencia y soberanía".

Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos están congeladas desde 2010, cuando ambos países retiraron sus embajadores.

Caracas ha acusado reiteradamente a Estados Unidos de tratar de desestabilizar al Gobierno, una denuncia que ha repetido el presidente, Nicolás Maduro, desde que asumió la Jefatura de Estado en abril del año pasado y que ha motivado la expulsión de ocho funcionarios diplomáticos en el último año y medio.

En julio pasado, el Gobierno de Barack Obama envió a un nuevo encargado de negocios, Lee McClenny, el mismo puesto que ocupa Maximilien Sánchez Arveláiz en representación de Venezuela en Washington.