El agravamiento este verano de la impopularidad del presidente francés, François Hollande, unido al libro de su expareja y a un nuevo escándalo fiscal de un miembro de su Gobierno, ha reabierto el debate sobre si puede continuar sin convocar elecciones.

El ex primer ministro conservador François Fillon, que pretende erigirse en jefe de la oposición y líder de su partido, dijo hoy que "no podremos continuar así hasta 2017", en alusión al año en que deberían celebrarse las próximas elecciones presidenciales.

"En el estado actual del país, necesitamos un cambio radical, profundo", señaló en una entrevista a la emisora de radio "Europe 1" Fillon, que consideró que la convocatoria de elecciones "es la única solución cuando hay un bloqueo", pero se cuidó de poner fecha, porque esa cuestión "le corresponde" al jefe del Estado.

En cualquier caso, el que fuera primer ministro durante toda la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012) cuestionó que Hollande pueda recuperar el respaldo popular que hace falta para llevar a cabo las reformas que necesita el país.

Una alusión a una encuesta publicada hoy por "Le Figaro", según la cual, el nivel de confianza de los franceses en el jefe del Estado socialista, que está en mínimos históricos desde comienzos de 2013, volvió a empeorar con la remodelación gubernamental de la semana pasada.

Sólo un 13 % de los interrogados por el instituto demoscópico TNS Sofres, entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre, consideraban que está capacitado para resolver los problemas del país, lo que significa cinco puntos porcentuales menos que en julio, cuando ya se estaba lejos de los mínimos de los dos presidentes precedentes, Nicolas Sarkozy (39 %) y Jacques Chirac (36 %).

El sondeo se hizo antes de que esta semana se tuviera noticia del libro de la expareja de Hollande, Valérie Trierweiler, en el que cuenta su versión de la relación y la ruptura entre ambos.

A las repercusiones todavía por determinar del libro, se vendrán a sumar las de la dimisión ayer del secretario de Estado del Comercio Exterior y Turismo, Thomas Thévenoud, que sólo llevaba nueve días en el puesto, por incumplir con el fisco.

A la espera de que se conozcan los detalles, el gabinete del primer ministro, Manuel Valls, avanzó que desde que fue nombrado el martes de la semana pasada, se descubrió que Thévenoud no respetaba algunas reglas que se han instaurado sobre la transparencia de los políticos que ocupan ciertos cargos públicos en materia fiscal.