El tercer estadounidense enfermo de ébola, del que se infectó cuando trabajaba como médico voluntario en Liberia, llegó hoy a la Base Aérea Offutt, en Nebraska, en el medio oeste de EE.UU, tras lo cual fue ingresado en un centro médico de la ciudad de Omaha.
Rick Sacra, médico de 51 años, llegó a primeras horas de esta mañana en un vuelo privado desde Liberia a Estados Unidos y será tratado en un área aislada del Centro Médico de Nebraska de Omaha, según la organización religiosa a la que está vinculado.
Hasta ahora, no se han dado a conocer detalles de la condición del médico, aunque varios medios locales han señalado que el paciente fue a pie hasta el avión que lo trajo a EE.UU., vestido con un traje hermético.
Tras ser diagnosticado de la enfermedad, Sacra recibió tratamiento en una sala aislada del centro médico que la organización SIM tiene en Monrovia, hasta que ese grupo misionero cristiano evangélico concretó su traslado a Omaha.
El de Omaha es uno de los cuatro hospitales de Estados Unidos que cuenta con una unidad especial para tratar enfermedades muy contagiosas.
"El Centro Médico de Nebraska tiene un avanzado equipo de supervisión y dispone de amplias opciones de tratamiento", señaló el presidente del SIM, Bruce Johnson, en un comunicado emitido ayer en el que confirmó el traslado del doctor.
Sacra regresó a Liberia el mes pasado, tras saber que Nancy Writebol y Kent Brantly, los otros dos estadounidenses enfermos de ébola que volvieron al EE.UU. y que se han curado, se habían contagiado.
Según el SIM, el médico no tenía contacto directo con enfermos de ébola y siguió estrictamente todos los protocolos establecidos para evitar el contagio, por lo que hasta el momento se desconoce de qué manera lo contrajo.
Nancy Writebol y Kent Brantly fueron dados de alta el mes pasado del Hospital Universitario de Emory, en Atlanta, también en el medio oeste de EE.UU, tras ser tratados durante tres semanas de enfermedad y convertirse en los primeros humanos en recibir el medicamento experimental ZMapp.
El brote de ébola que afecta actualmente a Liberia, Sierra Leona, Guinea Conarky y Nigeria ha sido catalogado como el peor desde que se descubrió el virus en 1976 en la República Democrática del Congo (RDC), ha causado más de 1.900 muertes desde el mes de marzo.