El primer ministro australiano, Tony Abbott, defendió hoy el uso de la "fuerza extrema" para luchar contra "la maldad" de los militantes islámicos, y alertó de la necesidad de aplicar medidas drásticas contra estas organizaciones que promueven sus crímenes por internet.

Abbott comparó a los movimientos yihadistas con los tiranos nazis y comunistas del siglo pasado por considerar que rinden culto a la muerte, aunque precisó que los extremistas islámicos promueven sus "innombrables" crímenes en los medios mientras los otros intentaban ocultarlos.

"Eso supone para mí un culto a la muerte y por eso creo que es bastante apropiado responder con una fuerza extrema a gente como esta", declaró el primer ministro australiano en una entrevista a la radio "2GB" de Sídney.

Además, volvió a descartar el envío de tropas de combate a Irak, aunque dejó abierta la posibilidad de lanzar bombardeos aéreos en colaboración con Estados Unidos.

Al ser preguntado sobre la posibilidad de causar bajas civiles, el jefe del Ejecutivo australiano comentó a "2GB" que este tipo de situaciones están siendo discutidas con Estados Unidos y sus aliados.

"A veces algunas medidas drásticas y terribles son necesarias para responder a la maldad pura que estamos viendo ahora a lo largo de una gran franja del Medio Oriente gracias a este odioso movimiento", precisó.

El primer ministro también negó informes de la prensa que señalan que los aviones C130 Hércules australianos han disparado contra militantes islámicos este fin de semana durante un operativo humanitario en la ciudad iraquí de Amerli, a 200 kilómetros al sur de la capital kurda.

Australia contribuye con dos aviones militares, Hercules C-130J y Globemaster C-17A, que volarán junto a aparatos de Estados Unidos, Albania, Canadá, Croacia, Dinamarca, Italia, Francia y el Reino Unido.

Las entregas de armas tienen como objetivo complementar el casi centenar de bombardeos de aviones militares estadounidenses efectuados sobre posiciones de los yihadistas del Estado islámico (EI) en el norte de Irak y que comenzaron el pasado 8 de agosto.