Dos altos cargos de Naciones Unidas han condenado este miércoles los "actos bárbaros" de violencia sexual cometidos por los milicianos del grupo extremista suní Estado Islámico contra miembros de las minorías residentes en las zonas bajo su control.

En un comunicado conjunto desde Bagdad, la representante especial de la Secretaría General de Naciones Unidas sobre violencia sexual en situaciones de conflicto, Zainab Hawa Bangura, y el representante especial de la Secretaría General para Irak, Nickolay Mladenov, han expresado su preocupación "por los informes sobre actos de violencia, incluyendo violencia sexual contra mujeres y adolescentes miembros de minorías".

"Las informaciones atroces sobre el secuestro y detención de mujeres, niñas y niños yazidíes, cristianos, tukmenos y shabak --grupo etnorreligioso residente en la zona de Sinyar--, así como de violaciones salvajes, nos están llegando de forma alarmante", han afirmado.

Bangura y Mladenov han manifestado que alrededor de 1.500 personas yazidíes y cristianas se han visto forzadas a convertirse en esclavos sexuales de los milicianos del grupo ''yihadista''.

Por ello, han condenado los ataques contra mujeres y niños, advirtiendo de que "los actos de violencia sexual suponen graves violaciones de los Derechos Humanos que pueden ser considerados como crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad".

Mladenov ha solicitado a los gobiernos regionales y a la comunidad internacional que actúen para conseguir la liberación de las mujeres y niñas que permanecen secuestros y que apoyen los esfuerzos del Gobierno de Irak para proteger a sus ciudadanos.