Ucrania dio ayer luz verde al envío de un convoy humanitario ruso a la zona de conflicto en el este del país, aunque con numerosas condiciones, ya que tanto Kiev como Occidente desconfían de las intenciones del presidente ruso, Vladímir Putin.

"Hemos recibido una nota que confirma la disposición de la parte ucraniana de recibir esa ayuda. La nota llegó hoy (por ayer)", aseguró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en declaraciones a la prensa rusa.

Rusia asegura que ha consensuado la misión humanitaria con Kiev, el Comité Internacional de la Cruz Roja y representantes de organizaciones internacionales como la ONU y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

Con todo, Ucrania aceptó a regañadientes sólo después de que Rusia aceptara todas y cada una de sus condiciones logísticas, en particular en lo que se refiere a la imposibilidad de que soldados rusos o efectivos del Ministerio para Situaciones de Emergencia escoltaran el convoy por territorio ucraniano.

"La postura de Ucrania es clara: nosotros no nos hemos dirigido a la Federación Rusa con una petición de ayuda humanitaria", afirmó Irina Gueráshenko, emisaria presidencial para el arreglo pacífico del conflicto con los separatistas prorrusos.

Entre otras condiciones, Lavrov explicó que Moscú ha aceptado que los camiones con alimentos, medicamentos y equipos eléctricos para la población de las regiones de Lugansk y Donetsk lleven a bordo a representantes ucranianos, de la Cruz Roja y de la OSCE.

Además, explicó que el convoy cruzará la frontera entre la región rusa de Belgorod y la ucraniana de Járkov, en concreto por el paso Shebekino-Pletnebka, bajo control de las fuerzas leales a Kiev, a pesar de que es más largo.

Por otra parte, según fuentes rusas, el convoy incluye 262 camiones que transportan, entre otras cosas, 400 toneladas de cereales, 100 toneladas de azúcar, 62 toneladas de alimentos para niños, 54 toneladas de medicinas, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos.

Ucrania reconoce que en ciudades bajo control rebelde como Lugansk -donde no hay ni luz, ni agua, ni gas- la situación humanitaria de ancianos, niños y enfermos es grave, por lo que se dirigió a la Cruz Roja para organizar una misión humanitaria internacional.

Gueráshenko criticó a Rusia por proponer "misiones humanitarias" después de exportar durante meses armamento y mercenarios al este de Ucrania.

La columna de camiones con la ayuda humanitaria rusa salió ayer desde la localidad de Naro-Fominsk, en las afueras de Moscú.