Siete meses después de anunciar al mundo un acuerdo comercial que traería millones de dólares para la economía mundial, la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha fracasado en su intento de aprobarlo formalmente, por lo que vuelve a ponerse en entredicho la ya moribunda negociación de la Ronda de Doha.

"No hemos sido capaces de encontrar una solución que nos permitirá superar las dificultades. Intentamos todo lo que pudimos. Pero no ha sido posible", afirmó el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, ante los 160 miembros que conforman el organismo.

India no cedió hoy a las presiones, y tras no obtener garantías de protección a largo plazo de su programa de subsidios agrícolas, bloqueó la aprobación de un protocolo que permitiría adoptar el primer acuerdo alcanzado en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 20 años.

El acuerdo de Facilitación del Comercio fue alcanzado en la última reunión ministerial, el pasado diciembre en Bali (Indonesia) y establece decenas de medidas para facilitar el flujo de bienes en las aduanas, reducir la burocracia y con ello multiplicar los intercambios comerciales entre países.

En Bali se dijo que el acuerdo permitiría la creación de 21 millones de empleos y añadiría a la economía global 1 billón de dólares.

Hoy a media noche se cumple el plazo establecido en el acuerdo de Bali para aprobar el protocolo -éstos deben aprobarse por consenso- y aunque las negociaciones se prolongaron hasta las 21.00 horas, Nueva Delhi cumplió su amenaza, no cedió y bloqueó su aprobación.

"A menos que algo pase hoy antes de media noche, el tema 2 de la agenda (la aprobación del protocolo) quedará sin resolver. Por su puesto, es verdad que todo está abierto hasta medianoche, pero actualmente no hay ninguna solución real sobre la mesa, y no tengo ninguna indicación que habrá una a corto plazo", aclaró Azevêdo.

India tiene un programa de subsidios por el cual compra a los pequeños agricultores -que son la mayoría, con menos de 1,2 acres de terreno- los productos por encima del precio del mercado y después los revende a precios ajustados al poder adquisitivo de los ciudadanos más pobres.

Este sistema ha sido duramente criticado por varios miembros, especialmente Estados Unidos y Pakistán que lo acusan de no ser consistente con las normas de la organización.

No obstante, y precisamente, para contar con el apoyo indio en el acuerdo de Facilitación del Comercio, en Bali se aceptó que el programa de incentivos quedaría exento de cualquier disputa comercial hasta 2017.

Sin embargo, hace pocas semanas, Nueva Delhi volvió a reabrir el caso al protestar porque en estos siete meses no se había avanzado un ápice en resolver el tema de la "cuestión de la seguridad alimentaria de sus 600 millones de pobres", un tema que pare ellos es "vital".

Ante esta situación, India pidió que se reabriese el paquete de Bali y se establecieran garantías de que podría proteger y subsidiar a sus pequeños agricultores sin fecha de caducidad o con mejor tratamiento que el actual, dado que ahora sólo puede subsidiar el 10 por ciento de su producción agrícola.

Una opción que Estados Unidos y la Unión Europea, eminentemente, rechazan de plano, dado que no quieren tener barreras al inmenso mercado indio.

A la práctica, como ha fracasado el acuerdo de Facilitación del Comercio, no se podrá aprobar un programa de trabajo de los aspectos pendientes de la Ronda de Doha, las negociaciones de liberalización del comercio mundial que comenzaron en el año 2000 y que llevan estancadas desde hace seis años.

En el plano simbólico, este revés puede acabar con cualquier esperanza de que las negociaciones multilaterales puedan subsistir tras 14 años de infructuoso diálogo, y los países opten por la vía bilateral.

"Obviamente estoy muy triste y decepcionado que un puñado de países no hayan querido cumplir con el compromiso alcanzado en la conferencia de diciembre en Bali", confesó el embajador estadounidense, Michael Punke.

"Concordamos con el director general que este hecho pone a la institución en una situación muy incierta", agregó Punke.

Con el "puñado" Punke se refería a India y también a países como Cuba o Venezuela que en los últimos días han apoyado la posición de Nueva Delhi.

Igual análisis hizo Victor Echevarría, jefe de la oficina comercial de España en Ginebra, quien aseveró que "este resultado supone un golpe para el sistema multilateral del comercio", aunque intentó ser optimista y recordó que el trabajo "se retomará en septiembre".

Azevêdo dio dos semanas a los miembros para que reflexionen sobre lo ocurrido -15 días que coinciden con la pausa estival- pero ya dejó claro que el camino no será fácil.

"El hecho de que no hayamos llegado a una conclusión significa que estamos entrando en una nueva fase en nuestro trabajo, una fase que estará llena de incertidumbre", confesó el director general.