Rusia acusó ayer a Estados Unidos de violar el tratado que prohíbe el desarrollo y despliegue de misiles nucleares de medio alcance con base en tierra, suscrito en 1987 por Moscú y Washington.

"No es un secreto que los principales problemas en su cumplimiento surgieron en no pocas ocasiones precisamente por culpa de Estados Unidos", informó la Cancillería rusa en un comunicado.

Rusia reaccionó de esta forma a las acusaciones vertidas esta semana por Estados Unidos contra las autoridades rusas de incumplimiento de sus compromisos de desarme adquiridos en el tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance (INF).

Moscú aseguró que Washington ha violado en repetidas ocasiones dicho tratado con el emplazamiento de misiles interceptores en el marco del escudo antimisiles, que el Kremlin considera una amenaza para su seguridad.

Otras violaciones incluirían la fabricación de los aviones no tripulados (drones) equipados con armamento y los sistemas Mark-41, capaces de lanzar misiles de crucero de alcance medio, que EEUU quiere emplazar en Polonia y Rumanía.

"En numerosas ocasiones hicimos llegar a la parte norteamericana las citadas inquietudes. Pero en Washington no nos quieren oír. Al respecto, al igual que en otros asuntos conflictivos, solo se escuchan a sí mismos", señala la nota oficial difundida ayer.

Con todo, Rusia se mostró dispuesta a cooperar con Estados Unidos en el cumplimiento del que es considerado el primer tratado de reducción de armas nucleares de la Guerra Fría.

Además, tachó de "infundadas" las acusaciones sobre el presunto incumplimiento ruso del INF y destacó que EEUU no ha presentado "ninguna prueba" al respecto.

En cuanto a las críticas llevadas a cabo por la OTAN, Moscú recordó que el INF fue firmado bilateralmente por parte de la Unión Soviética y Estados Unidos, y animó al secretario general aliado a plantearse como principal objetivo a conseguir el convertir dicho tratado en un documento multilateral.