Un testigo que presenció cómo se estrellaba el avión malasio con 300 pasajeros a bordo en el este de Ucrania aseguró hoy que con la onda expansiva de la explosión que produjo al caer salió despedido desde la habitación en la que se encontraba y acabó en el sótano de su casa.

"Cuando cayó el avión, la onda expansiva de la explosión fue tan fuerte que mi mujer y yo salimos despedidos del cuarto de estar y acabamos en el sótano de la casa", dijo Alexandr, cuya vivienda se encuentra a unos 50 metros del epicentro de la tragedia, donde se concentra la mayor parte de los restos del Boeing 777 malasio.