El campo de batalla entre Israel y Gaza se desarrolla en el aire, donde los cohetes palestinos con cada vez mayor potencia y alcance compiten con las baterías antimisiles israelíes cada vez más efectivas, además de los habituales bombardeos y a la espera de una posible invasión terrestre en la Franja.

El movimiento islamista Hamás y otras facciones armadas como la Yihad Islámica se vanaglorian de mantener en jaque a buena parte de la población israelí con cohetes capaces de alcanzar Tel Aviv, pero también Jerusalén y localidades situadas a más de 100 kilómetros de distancia de Gaza.

Israel, por su parte, mantiene desplegadas en diversos puntos del país siete baterías del sistema "Cúpula de Hierro", que hasta el momento ha neutralizado con éxito un 90 por ciento de proyectiles dirigidos a áreas pobladas, según estimaciones oficiales.

De momento, el hecho de que no se hayan producido bajas en el lado israelí -y si cuantiosas bajas en el lado palestino por la aviación y la marina israelí- se debe en gran medida a este sistema de defensa aérea desarrollado y parcialmente financiado por Estados Unidos.

"Cúpula de Oro", así titulaba esta semana el popular rotativo israelí "Yediot Aharonot" al describir el dispositivo que ha sido mejorado desde la última ofensiva en 2012, a fin de lograr derribar con mayor precisión diferentes tipos de cohetes y dar respuesta a andanadas disparadas en poco tiempo, como las de los últimos días.

"Podemos decir que están cambiando las reglas del juego. Imagínese cómo sería la situación sin este sistema", comenta Uzi Rubin, antiguo responsable del programa de defensa antimisiles de Israel.

Una de esas baterías ha interceptado cerca de una decena de cohetes disparados contra Tel Aviv y al menos dos en Jerusalén.

Las imágenes de proyectiles surcando el cielo dejando a su paso estelas blancas durante el día, puntos de luz en la oscuridad de la noche que explotan al ser interceptados, y la salida de los cañones de los misiles dirigidos, colman los informativos estos días.

El sistema dispone de un radar que logra detectar el disparo de cohetes de medio y corto alcance y acto seguido establece cuál debe ser el patrón de vuelo y únicamente lanza el misil en caso de que tenga como blanco una zona poblada.

Fuentes castrenses israelíes cifraban hoy en 690 los cohetes que han sido disparados de Gaza contra Israel desde el inicio de la ofensiva "Margen Protector", de los cuales 138 fueron interceptados por las baterías del sistema "Cúpula de Hierro".

A una de ellas, destinadas en principio a defender poblaciones situadas en el radio de cohetes de corto (hasta 20 kilómetros) y medio alcance (hasta 45 kilómetros), se ha sumado recientemente la ayuda del dispositivo aún bajo prueba conocido como "Varita Mágica".

El cometido de este último es interceptar misiles con alcance de hasta 100 o 200 kilómetros.

"La mayor parte de los cohetes son manufacturados en Gaza, aunque probablemente sean con materiales importados de países como Irán", subraya el experto en misiles.

Hamás, la Yihad Islámica y otras facciones menores en Gaza disponen según analistas militares israelíes de un arsenal que incluye desde los rústicos proyectiles de mortero de escasa carga y precisión, a cohetes de 122 milímetros tipo Grad, que pueden alcanzar hasta 20 kilómetros.

Y ahora también cohetes clase M-302, manufacturados en Siria, con un alcance de entre 90 a 160 kilómetros, que recientemente habrían llegado a las ciudades israelíes de Hedera o Zihron Yaakov, a 110 y 120 kilómetros de Gaza, respectivamente.

Entre el arsenal en poder de Hamás, según Israel, figuran igualmente varias decenas de cohetes iraníes Fajr-5, y el grupo islamista ha desarrollado una versión local denominada M-75.

De 333 milímetros, estos proyectiles pueden alcanzar fácilmente el centro de Israel y tres de ellos llegaron a población de Dimona, 80 kilómetros al sureste de Gaza, que alberga un reactor nuclear.

El Ejercito israelí asegura que los grupos armados en la Franja cuentan con un arsenal de alrededor de 10.000 cohetes, de los cuales Hamás dispone de 6.000 y la Yihad 5.500.

En marzo pasado, la Marina israelí interceptó en aguas del Mar Rojo a 1.500 kilómetros de su costa un navío que portaba decenas de misiles M-302, cargamento que Israel atribuyó a Irán y aseguró que tenían como destino las milicias en Gaza.