El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, celebró hoy la salida de las armas químicas de Siria para su destrucción pero advirtió del peligro del uso por parte del régimen sirio de otras armas como el gas cloro contra la oposición.

"Nuestro trabajo no ha terminado", dijo Kerry en un comunicado en el que subrayó que todavía hay asuntos "muy importantes" sin resolver como revelan informes que apuntan al uso "sistemático" de gas cloro en zonas opositoras, algo sobre lo que "continuamos muy preocupados", dijo.

El último cargamento de armas químicas declaradas por el régimen de Bachar al Asad salió hoy del territorio sirio para su destrucción en el extranjero, en cumplimiento del acuerdo internacional para desmantelar ese arsenal.

"Lo peor de las armas se ha ido, pero el régimen despreciable y la crisis que ha creado permanece y requiere nuestra atención colectiva", indicó el secretario de Estado estadounidense.

Kerry señaló que el régimen sirio ha destrozado las zonas de producción del país y la comunidad internacional tiene preguntas que el régimen de Bachar al Asad "debe responder adecuadamente".

"Estamos impactados ante la cifra de muertos por los continuos ataques del régimen contra su propia gente, así como por la grave crisis humanitaria", agregó Kerry, que recordó en particular los más de 1.400 sirios asesinados con armas químicas en agosto de 2013.

El secretario de Estado destacó el "papel esencial" de Dinamarca, Noruega, Finlandia, Italia y Reino Unido en los esfuerzos para sacar del país las armas químicas y su destrucción, que se realizará en las próximas semanas.

El portavoz adjunto del Pentágono, el coronel Steve Warren, indicó hoy que el Cape Ray, el buque que debe procesar los compuestos químicos del arsenal sirio, sigue en el puerto español de Rota (Cádiz).

La transferencia del arsenal químico sirio debería realizarse en el puerto italiano de Gioia Tauro.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, señaló que con la entrega de la última parte del arsenal químico declarado por Siria se cumple un "hito importante" en los esfuerzos de la comunidad internacional de acabar con el programa de armas químicas sirio y agradeció el esfuerzo conjunto de los aliados en este "trabajo minucioso".

"Estados Unidos y nuestros socios internacionales trabajarán ahora en la destrucción de ese material para que no suponga nunca más una amenaza para el pueblo sirio o los aliados estadounidenses en la región, un resultado difícil de imaginar hace una año", dijo Hagel en un comunicado.