Ucrania cerró hoy dos pasos en la frontera con Rusia, en la rebelde Lugansk, ante la práctica ausencia de guardias fronterizos para su vigilancia, reconoció la Cámara de Comercio de esa región del sureste del país.

"A partir de hoy, los pasos fronterizos ''Dolzhanski'' y ''Krasni Partizán'' permanecen cerrados debido a la falta de guardafronteras, algo que imposibilita el funcionamiento de los controles de aduanas", informó en un comunicado la Cámara de Comercio de Lugansk.

El Servicio de Guardafronteras de Ucrania (SGU) replegó ayer otra unidad de vigilancia de la frontera, situada en la periferia de la ciudad de Lugansk, ante la imposibilidad de defenderla después de tres días de hostigamiento por parte de los insurgentes prorrusos.

Las autoridades ucranianas informaron del traslado de la unidad a otro lugar más seguro y garantizaron que la frontera seguía impenetrable para el presunto apoyo que podrían estar recibiendo los rebeldes desde la vecina Rusia.

Los insurgentes lanzaron su primer ataque sobre el puesto fronterizo el pasado lunes, en el que ha sido hasta ahora uno de los combates más largos en la lucha armada que enfrenta desde hace más de un mes a los rebeldes y las fuerzas ucranianas en las regiones prorrusas de Lugansk y Donetsk.

Los dirigentes de la autoproclamada república popular de Lugansk, que se ha declarado independiente de Ucrania, han reconocido que su intención es liberar la frontera con la Federación Rusa, en la que querrían integrarse.

Por otra parte, con el presidente electo de Ucrania, Petro Poroshenko, de viaje en Francia para participar en los actos conmemorativos del desembarco en Normandía, las últimas horas han transcurrido en medio de una relativa calma en las rebeldes regiones de Donetsk y Lugansk.

Con todo, el portavoz de Kiev, Vladislav Selezniov, reiteró hoy en unas declaraciones a la agencia ucraniana UNN que los encarnizados combates de los últimos dos días en el norte de esas dos regiones se han saldado con más de 300 milicianos prorrusos muertos y otros 500 heridos, cifra desmentida por los rebeldes.

Tras casi dos meses desde el comienzo de las operaciones militares para recuperar el control de las regiones rebeldes, las fuerzas gubernamentales no han logrado vencer la resistencia de los prorrusos.