La primera reunión del Ejército de Tailandia con los protagonistas de la crisis que vive el país, tras la declaración de la ley marcial, concluyó hoy sin un acuerdo, pero con el compromiso de volver a negociar mañana.

El jefe del Ejército, Prayuth Chon-Ocha, en calidad de director del Comando de Mantenimiento de la Paz y el Orden, presidió la sesión que se celebró durante dos horas en unas instalaciones militares de Bangkok a puerta cerrada y bajo fuertes medidas de seguridad.

En las conversaciones participaron el Gobierno interino, el partido gobernante y el principal de la oposición, el jefe de la movilización antigubernamental, el líder de los "camisas rojas" (progubernamentales) y los presidentes del Senado y la Comisión Electoral.

El general Prayuth ordenó a los participantes que volviesen mañana a la misma hora con propuestas que consideren aceptables, según dijo a la prensa el segundo portavoz del Ejército, Winthai Suvaree, tras la conclusión.

No ha trascendido información detallada sobre el contenido de la reunión, salvo algunos comentarios generales, como que discurrió en un buen ambiente y que se abordaron diversos asuntos, como la reforma del sistema político y qué se podía hacer para detener las manifestaciones.

El líder de los antigubernamentales, Suthep Thaugusuban, viceprimer ministro del Partido Demócrata entre 2008 y 2011, propugna que se forme un consejo popular no electo que reforme el sistema político en doce o quince meses para limpiarlo de corrupción, antes de acudir a las urnas.

Suthep rechaza la celebración de elecciones en las condiciones actuales porque ganarán quienes ahora gobiernan, que son los aliados del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en el golpe militar incruento de 2006.

El Gobierno y el bando progubernamental se oponen a cualquier solución que socave la democracia, como la iniciativa de Suthep o nombrar a dedo a un primer ministro.

El Ejecutivo planea, además, organizar elecciones el 3 de agosto, aunque las celebradas en febrero fueron anuladas posteriormente por el boicot de la oposición y los antigubernamentales.

El jefe del Ejército, que ha tenido para estudiar su jugada ocho meses de protestas que han causado 28 muertos y más de 800 heridos, no ha revelado de momento cuál es su plan para conciliar ambos bandos.

Ayer, Prayuth hizo uso de la ley marcial para clausurar diez canales de televisión vinculados con los antigubernamentales y los progubernamentales y ordenar a los manifestantes que permaneciesen en sus campamentos si no querían volver a sus hogares.

Esta tarde, se entrevistó con los proveedores de internet para controlar la información en las redes sociales en busca de agitadores.

La actitud del general, que ordena sin consultar con el Gobierno interino, contradice sus declaraciones de que no se trata de un golpe de Estado, sino de una intervención para garantizar la paz y el orden, impedir que brote una ola de violencia y buscar, con rapidez y de forma pacífica, una salida a la crisis.

El monje budista Luang Pu Buddha Isara, jefe de los manifestantes que acampan en el complejo gubernamental de Chaeng Wattana desde hace seis meses, anunció hoy el cese temporal de sus protestas contra el Gobierno para acatar la ley marcial.

Los seguidores de Luang Pu han sido de los más activos contra el Gobierno de Yingluck Shinawatra, quien se vio forzada a dimitir este mes después de que el Tribunal Constitucional le declarase culpable del delito de abuso de poder por nombrar a un "familiar" jefe de la Policía en 2011.

Suthep Thaugsuban, sin embargo, no se ha amilanado y ha convocado una manifestación para el viernes en Bangkok y pretende reunir un millón de personas el lunes 26.

Los "camisas rojas", protagonistas de las multitudinarias protestas de 2009 y 2010 contra el Gobierno en el que participaba Suthep, se encuentran a la espera de los acontecimientos y actuarán si creen que les roban la democracia.

De momento, Bangkok ha recuperado en gran medida la normalidad con al imposición de la ley marcial, salvo en determinadas zonas con controles y presencia de soldados.

La Bolsa de Valores tailandesa subió esta jornada un 0,59 por ciento.