El primer ministro británico, David Cameron, insistió hoy en que no dimitirá si Escocia vota por la independencia en el referéndum del 18 de septiembre, y defendió el acuerdo con el nacionalista Alex Salmond para convocar la consulta.

En declaraciones a la cadena pública BBC, Cameron dijo que su nombre no figura en la papeleta del plebiscito de septiembre, por lo que no tiene intención de renunciar si gana el "sí".

El "premier" ya había descartado la dimisión después de que algunos medios británicos considerasen que la posición de Cameron podría resultar insostenible si Escocia se separa del Reino Unido.

Al mismo tiempo, Cameron defendió hoy su decisión de apoyar en 2012 un plebiscito "justo" y "legal" tras un acuerdo alcanzado con Salmond, ministro principal de Escocia.

"Por supuesto que quiero ver a Escocia permanecer en el Reino Unido, pero en 2011 afronté una opción cuando los nacionalistas escoceses fueron elegidos para hacerse cargo del Gobierno escocés", añadió el primer ministro.

"¿Celebras un referéndum o tienes una gran lucha con ellos diciendo ''no'', ''no'', no podéis tener esa posibilidad?", explicó Cameron ante la alternativa de aceptar o no el plebiscito.

El jefe del Gobierno agregó que en ese momento su decisión fue apoyada por otros partidos políticos y que aún ahora considera que fue "lo que había que hacer, darle a los escoceses un referéndum justo, legal y decisivo. Eso es lo que pasará".

"Fue la decisión correcta", insistió.

Cameron habló de Escocia en el sur de Inglaterra mientras hace campaña para las elecciones europeas de este jueves.

El debate sobre el futuro de Escocia se ha intensificado mientras mejoran en los sondeos los que apoyan la escisión.

Los debates se centran en la insistencia de Salmond de conservar la libra, si bien el Gobierno central de Londres ha negado esta posibilidad, así como las negociaciones de una eventual Escocia como país independiente para ser miembro de la Unión Europea (UE).