La guerra informativa se intensifica a una semana de las elecciones presidenciales en Ucrania, donde fuerzas ucranianas e insurgentes prorrusos se apuntan decenas de muertos en el bando contrario y culpan al enemigo de cometer atrocidades en el sureste rebelde del país. Las milicias rebeldes informaron ayer de un nuevo intento de asalto de las tropas ucranianas a Slaviansk, bastión prorruso en la región de Donetsk, donde los combates no habrían cesado desde la madrugada del sábado hasta primera hora de la mañana.

"Hemos perdido hombres. Ahora es difícil decir cuántos. Pero el enemigo sufrió pérdidas más contundentes, hemos liquidado a muchos de los que atacaron Slaviansk", dijo a las agencias rusas el copresidente de la autoproclamada "república popular de Donetsk", Miroslav Rudenko. Poco antes, el también número dos de las milicias de la región, que se proclamó independiente de Ucrania, aseguró que ayer por la mañana había "combates en toda regla" tanto en Slaviansk como en la vecina Kramatorsk, ambas controladas por los insurgentes pero rodeadas por las fuerzas ucranianas.

El Ministerio de Defensa ucraniano negó que hubiera combates de envergadura en el sureste de Ucrania, pero informó de dos ataques aislados contra campamentos de la Guardia Nacional, uno en las afueras de Slaviansk y otro en Izium, en la vecina región de Járkov. "Nosotros no sufrimos pérdidas. Los atacantes al campamento de la Guardia Nacional sufrieron una baja y un herido", escribió sobre el incidente en su página de Facebook el ministro de Interior ucraniano, Arsén Avakov.

Por su parte, el autoproclamado "alcalde popular" de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, aseguró que siete soldados ucranianos murieron en enfrentamientos con las milicias entre la tarde de ayer y la pasada madrugada.

"Intentan entrar en la ciudad, pero no les dejamos, les mantenemos en los alrededores", dijo Ponomariov, quien denunció que las tropas ucranianas disparan contra la ciudad con fuego de mortero y artillería pesada. Medios ucranianos leales a Kiev y también los rusos que hacen de portavoces a los insurgentes participan en la batalla propagandística al publicar y emitir informaciones de más que dudosa credibilidad.

El portal proucraniano "Resistencia Informativa", que se ganó cierta credibilidad al informar de la situación en la península de Crimea en las semanas previas a su anexión por Rusia, escribió que los rebeldes planeaban llevarse a Rusia "cientos de cadáveres" de milicianos que habrían muerto en los últimos combates con fuerzas ucranianas.