Cinco barcos chinos que zarparon el domingo de las costas del sur del país han llegado a primera hora del lunes a la provincia vietnamita de Ha Tinh (centro) para repatriar a alrededor de 4.000 ciudadanos más tras las manifestaciones antichinas de los últimos días.

Según informó la agencia oficial Xinhua, uno de los barcos, el Wuzhishan, ya llegó al puerto de Vung Ang, mientras que los cuatro están en aguas próximas esperando la orden para entrar y amarrar.

Los cinco barcos chinos zarparán hoy mismo de vuelta a China con alrededor de 4.000 nacionales que trabajan en compañías de la República Popular en Vietnam y que se han visto afectados por la oleada de protestas.

Los disturbios se originaron a raíz de la instalación de una plataforma petrolera china en las islas Paracel que se disputan ambos países.

Hasta el domingo, China anunció que más de 3.000 de sus conciudadanos residentes en Vietnam, entre ellos 16 heridos "en estado crítico", habían sido ya evacuados del país.

El gigante asiático también anunció que, como represalia a los violentos incidentes, suspenderá parte de sus planes de intercambios bilaterales con Vietnam, aunque no especificó el área de cooperación que quedará afectada ni a partir de cuándo se suspenderán los intercambios.

El Gobierno vietnamita llamó el domingo a poner fin a las protestas y las calificó como "actos ilegales" que podrían dañar la estabilidad nacional, después de que Pekín acusara a Hanoi de "connivencia" con las manifestaciones.

Por otra parte, el Gobierno chino ha elevado el nivel de alerta de seguridad para los turistas chinos y ha advertido a sus ciudadanos que no viajen a Vietnam.

De hecho, las principales agencias de viajes del gigante asiático, como Ctrip, Caissa o China International Travel Service, han suspendido sus ofertas a Vietnam y se han comprometido a devolver el dinero a los clientes que ya hubieran reservado sus paquetes vacacionales a este destino.

Miles de vietnamitas se han manifestado desde hace una semana a raíz de la instalación de plataforma petrolera, que estaba situada originariamente en aguas al sur de Hong Kong pero fue trasladada a las proximidades de las disputadas Paracel (que los chinos denominan Xisha) el 2 de mayo.

Los incidentes más violentos, con asaltos a cientos de empresas y al menos quince fábricas quemadas, ocurrieron en la madrugada del jueves en la provincia de Ha Tinh, en la región central.