Lituania celebrará el 25 de mayo una segunda vuelta de las elecciones presidenciales después de que la actual mandataria del país báltico, Dalia Grybauskaite, no alcanzara el 50 % de los votos en los comicios celebrados el domingo.

Según informó hoy la Comisión Electoral de Lituania, tras el escrutinio de más del 99 % de los votos, Grybauskaite suma el 45,83 % de los sufragios.

Por su parte, el socialdemócrata Zigmantas Balcytis obtiene menos del 14 %, mientras que el candidato del Partido del Trabajo, Arturas Paulauskas, logra un poco más del 12 %.

Por ello, a falta de confirmación oficial, Grybauskaite y Balcytis se disputarán la Presidencia lituana dentro de dos semanas, coincidiendo con las elecciones europeas.

"La decisión de la gente es que haya una segunda vuelta, pero quiero agradecer a todos los ciudadanos de Lituania por recibir casi un 47 % de los votos. Esta es una gran muestra de confianza", dijo anoche Grybauskaite.

La presidenta, a la que las encuestas concedían precisamente en torno al 46 % de los votos, expresó su confianza en que aquellos que votaron a su favor el domingo le otorguen de nuevo su apoyo dentro de dos semanas.

La baja participación, que apenas superó el 52 %, jugó en contra de la actual presidenta, quien ganó hace cinco años con más del 68 % de los votos.

En un intento de ganarse al casi 20 % de indecisos, Grybauskaite jugó durante la campaña electoral la carta rusa, que suele traer muchos dividendos en las urnas, más aún cuando en estos momentos el Kremlin es criticado por Occidente por su papel en la crisis ucraniana.

En Lituania, el jefe de Estado está a cargo de la política exterior, puede vetar leyes y presenta a los candidatos a miembros del Gobierno para su aprobación parlamentaria, pero no es responsable de los éxitos o fracasos del Gobierno de turno.

Grybauskaite sufre, sin embargo, el desgaste de cinco años de austeridad, que han obligado a muchos jóvenes lituanos a emigrar.

La presidenta apoyó siempre los recortes en salarios y pensiones, lo que salvó a la economía lituana del colapso, pero ha empobrecido a la población, que se mostraba muy optimista al ingresar hace diez años en la UE.

Precisamente, el euroescepticismo es otro factor crucial en las elecciones, ya que Lituania, al igual que hiciera Letonia en enero pasado, tiene intención de unirse al euro en 2015.