El hombre que irrumpió armado en el banco Zapadni en la ciudad de Bélgorod, en el sur de la parte europea de Rusia, se ha rendido, informaron hoy agencias locales.

"La operación ha terminado. El asaltante ha sido detenido; no hay heridos", dijo una fuente policial a la agencia oficial RIA-Nóvosti y que desmintió las informaciones de que el hombre haya tomado rehenes.

El individuo, identificado como Alexander Vdovin, cliente del banco, se rindió tras negociaciones con el jefe de la policía de la región de Bélgorod, Víctor Pesterev.

Momentos antes, el hombre aseguró por teléfono al canal Life News que no emplearía la fuerza contra otras personas.

"Soy una persona normal. Aquí no hay ninguna violencia", afirmó el asaltante que, según los medios rusos, llegó al banco con una escopeta para exigir que le devuelvan más de 20 millones de rublos, cantidad que guardaba en el banco en cartas de cambio.

Según los testimonios de sus amigos, Vdovin, que tiene dos hijos, se decidió a actuar así aparentemente después de que el Banco Central de Rusia retirara la licencia al banco Zapadni por proporcionar información falsa en su contabilidad.

Según la policía local, el individuo exigió un rescate de 25 millones de rublos (unos 700.000 dólares).

El barrio en el que se encuentra el edificio de la sucursal del banco Zapadni, donde se produjo el asalto, fue acordonado por agentes del orden público.

Las autoridades también evacuaron una escuela y un jardín de infancia en las inmediaciones del banco.

La ciudad Bélgorod, de casi 400.000 habitantes, ocupó el año pasado grandes espacios en la prensa rusa después de que un hombre armado asesinara allí a sangre fría a seis personas.

Serguéi Pomazún, bautizado por los medios como "el tirador de Bélgorod", fue condenado a cadena perpetua por asesinato múltiple, posesión ilegal de armas, robo de armas con el uso de la fuerza y atentado contra la vida de agente de policía.

Aquel tiroteo ocurrió en una tienda de artículos de caza de la ciudad de Bélgorod, cuando Pomazún comenzó a disparar contra los dependientes y después prosiguió la matanza en la calle, en pleno centro de la ciudad.