Manifestantes prorrusos asaltaron ayer las sedes de varias instituciones estatales en el este de Ucrania en protesta contra la gestión de las nuevas autoridades que derrocaron en febrero al presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich. Un grupo de activistas irrumpió en la sede de la administración de la región de Donetsk izando banderas rusas sobre el edificio y colocando carteles del movimiento separatista República de Donetsk.

Según la prensa local, centenares de manifestantes rodearon el edificio coreando "¡Crimea! ¡Rusia! ¡Donbass! (región minera de sudeste de Ucrania)", mientras la policía llevó un cañón de agua.

Los separatistas exigieron por megafonía convocar una sesión extraordinaria de la administración local a fin de celebrar un referéndum para la adhesión de la región de Donetsk a Rusia. De lo contrario, amenazaron con disolver a la administración y elegir a nuevos diputados que representen a todos los sectores políticos de la región.

El asalto de la sede de administración, tercero en lo que va de mes, se produjo después de una manifestación prorusa en la región, tierra natal de Yanukóvich. Según algunos testimonios, la Policía hizo un pasillo a los activistas, cediendo ante sus presiones, para permitir que accedieran de forma ordenada al edificio. Tras la ocupación de la administración, las autoridades abrieron una causa penal.

"Hemos iniciado la investigación sobre los desórdenes públicos. Se están determinando los participantes más activos y los autores del asalto", señaló un comunicado de la Fiscalía de Donetsk.

Paralelamente, en la ciudad de Lugansk (este de Ucrania), un grupo de activistas prorusos tomaron la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania.

Los activistas, muchos de ellos enmascarados, exigieron la liberación de seis compañeros, entre ellos, el activista Alexander Jaritónov, detenido por participar en las protestas contra las nuevas autoridades.