Ucrania acusó hoy al depuesto presidente Víktor Yanukóvich y a los servicios secretos rusos de estar detrás del asesinato en febrero de más de 100 de manifestantes en el Maidán, corazón de las protestas antigubernamentales en Kiev.

"Planificada como una operación antiterrorista, de hecho, la organización de asesinatos masivos de gente tuvo lugar bajo el mando directo del antiguo presidente Yanukóvich", aseguró Valentín Nalivaichenko, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, en ucraniano).

Estas son las principales conclusiones de la investigación oficial preliminar de los sucesos ocurridos el pasado 20 de febrero en la capital ucraniana y que desembocaron dos días después en el derrocamiento de Yanukóvich, ahora exiliado en Rusia.

Yanukóvich, que aún se considera el presidente legítimo, ya se encuentra en busca y captura internacional, y Kiev ha pedido a la Corte Penal Internacional de La Haya que lo procese por crímenes contra la humanidad.

La mayoría de manifestantes habrían fallecido por disparos de francotiradores del destacamento especial "Alfa" armados con fusiles de fabricación alemana y apostados en varios edificios del Maidán, como se conoce la plaza de la Independencia de Kiev.

El resto habrían sido abatidos por otros efectivos del orden y provocadores armados a sueldo del Ministerio del Interior ucraniano.

Además, las autoridades ucranianas implican en los preparativos de la represión de las protestas al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB).

Nalivaichenko acusó a dos grupos del FSB, de 26 y de 6 miembros, de participar en la operación antiterrorista anunciada el 19 de febrero por el propio SBU y que desembocó en la matanza del día 20 en el Maidán.

"Tenemos motivos para considerar que precisamente estos grupos, que se encontraban en uno de los polígonos del SBU, tomaron parte en la planificación y realización de las medidas enmarcadas en la llamada operación antiterrorista", dijo.

Nalivaichenko agregó que el FSB ruso incluso envió "toneladas" de explosivos y armas a Ucrania.

"Para nosotros es muy importante la respuesta del Comité de Instrucción de Rusia" sobre estos sucesos, indicó.

En una entrevista con la televisión rusa, Yanukóvich confesó ayer que le tembló la mano a la hora de reprimir las protestas que estallaron en noviembre de 2013 y que desembocaron en violentos disturbios en enero y febrero pasados.

"Me tembló la mano a la hora de hacerlo. Mi principio es que el poder no merece ni una gota de sangre derramada. Nunca di una orden de disparar", señaló.

Agregó: "Por lo que yo sé, nunca se entregaron armas a los destacamentos especiales que participaron en la defensa de los organismos estatales".

Mientras, el FSB salió raudo a refutar las acusaciones vertidas desde Kiev.

"Que estas declaraciones queden en la conciencia del Servicio de Seguridad de Ucrania", señaló un a fuente de la oficina de prensa del FSB a la agencia RIA-Nóvosti.

Mientras crecía la impaciencia del Maidán por la falta de transparencia en la investigación oficial, hoy se anunció la detención de doce agentes antidisturbios "Berkut" sospechosos del asesinato masivo de manifestantes.

Según la Fiscalía ucraniana, entre los detenidos figura el comandante de la llamada "unidad negra" de "Berkut", la que recibió armas de fuego a los antidisturbios para disparar contra los manifestantes.

"Murieron 17 personas. Ese destacamento abrió fuego contra los manifestantes, inclusive con fusiles de francotiradores", afirmó Arsén Avákov, ministro del Interior, durante la misma rueda de prensa.

Los sospechosos, de ser hallados culpables de los cargos que se les imputan, podrían ser condenados a cadena perpetua.

En cuanto a los policías que participaron en la dispersión violenta del Maidán durante los tres meses de protestas, el fiscal general, Oleg Majnitski, reconoció que ya han sido identificados, pero aún no han sido detenidos.

Al respecto, Nalivaichenko aseguró que los efectivos de los destacamentos "Berkut" y "Alfa" que no han sido aún apresados "se esconden en Crimea", la rebelde península ucraniana anexionada por Rusia.

Estas afirmaciones fueron tachadas de "abierta provocación, cuyo objetivo es desacreditar a las fuerzas de seguridad crimeas", por el viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgalíev.

En cuanto a los policías muertos, la Fiscalía ucraniana aseguró que aún está investigando la muerte de tres agentes el 20 de febrero, aunque en un primer momento se informó del fallecimiento de casi una veintena de efectivos del orden.

"Tenemos los casquillos, que están siendo sometidos a exámenes balísticos y forenses. Se está estableciendo el tipo de arma utilizada", señaló Majnitski.