Los muertos en las protestas que se registran en Venezuela ya se elevan a 11, después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, informara ayer del fallecimiento de un joven en el oeste del país, al ser apuñalado. En una alocución ante cientos de ancianos que marcharon hasta el palacio presidencial en apoyo a su Gobierno, Maduro dijo que el joven Danny Vargas murió en una "guarimba" (barricada callejera) en el estado de Táchira, fronterizo con Colombia, cuando fue acuchillado por "un señor humillado" previamente por los manifestantes.
Cuando el joven pretendía pasar por la barricada, en la que no participaba, llegó una persona que había sido agredida allí y le apuñaló, relató Maduro.
"Un señor humillado y un muchacho víctima de la agresión de los guarimberos y luego la violencia incontrolada; ambas, víctimas", afirmó Maduro, quien denuncia un "golpe de Estado prolongado y fascista" en su contra ante el que prometió "mano de hierro".
Por otro lado, organismos de salud de Chacao atendieron en los últimos once días a 120 personas heridas en enfrentamientos violentos, generalmente al final de marchas pacíficas, informó ayer el alcalde de ese municipio venezolano, Ramón Muchacho.
"En los once días que han transcurrido del 12 de febrero al 22 de febrero hemos atendido en total 120 personas (...) en unidades de salud de Chacao, de Protección Civil o en la sede de Emergencias", indicó Muchacho.
Asimismo, el líder opositor y ex candidato presidencial venezolano Henrique Capriles dijo ayer que "las protestas seguirán" hasta que el Gobierno del mandatario Nicolás Maduro atienda las demandas de los manifestantes. "Ayer (por el pasado sábado) millones te dieron un mensaje Nicolás: son pacíficos pero no pendejos, las protestas seguirán hasta que atiendan sus planteamientos", escribió Capriles en la red social Twitter.
La principal demanda de las manifestaciones contra Maduro apunta a que renuncie a la jefatura del Estado, a lo que, según Capriles y otros opositores, no contribuyen quienes recurren a protestas violentas.