Un 26 por ciento de los jóvenes británicos de entre 20 y 34 años viven en la casa de sus padres, según datos divulgados hoy por el Organismo Nacional de Estadísticas (ONS) del Reino Unido.

Las dificultades económicas son una de las principales causas de esta tendencia, que se incrementó a partir de la crisis de 2008 y que afecta más a los hombres que a las mujeres.

En 2013, alrededor de 3,3 millones de jóvenes todavía no se habían emancipado en el Reino Unido.

Ello supone un fuerte incremento, de 669.000 personas, con respecto a 1996, pese a que el número de población de entre 20 y 34 años ha permanecido estable en esos años.

En 1996 eran 2,7 millones los jóvenes británicos que aún residían en el domicilio de sus padres, alrededor del 21 por ciento del total.

La proporción es además bastante mayor entre los hombres que entre las mujeres.

Uno de cada tres hombres jóvenes continúa en el domicilio familiar, mientras la proporción baja a una de cada cinco en el caso de las mujeres.

Londres es la ciudad donde hay menos jóvenes viviendo en el domicilio familiar, el 22 por ciento, mientras Irlanda del Norte es la región donde los hay más, un 36 por ciento del total de población de entre 20 y 34 años.

El alto precio de la vivienda en el Reino Unido, unido a la crisis, es la principal razón según la ONS, cuyos datos señalan que el 13 por ciento de los jóvenes británicos que aún residen con sus padres están desempleados.