El partido del primer ministro griego Andonis Samarás, el conservador Nueva Democracia (ND), ha pedido al líder de la oposición, el izquierdista Alexis Tsipras, que aclare públicamente cuáles son sus creencias religiosas, después de que uno de los miembros de su formación afirmase que no cree en dios.

Durante una entrevista en la cadena de televisión Skaï, el portavoz de Syriza para asuntos religiosos, Yannis Amanatidis, afirmó que el líder de su partido no cree en dios, lo que provocó la reacción inmediata del partido conservador en el Gobierno.

En un comunicado, Nueva Democracia defiende que los griegos "deben saber lo que el señor Tsipras cree", por tanto, instan al líder izquierdista a que se posicione públicamente.

"Esperamos que la hostilidad de Syriza hacia la ortodoxia griega no se deba a que Tsipras es ateo", argumenta ND en su comunicado, en referencia a la intención del partido de elevar la tributación a la Iglesia.

En su programa político, Syriza defiende que la Iglesia Ortodoxa tribute, pues ahora está exenta en muchos casos, y que se financie a mediante aportación voluntaria de las personas que se consideren cristianos ortodoxos.

En respuesta a las críticas de ND, el diputado de Syriza Theódoros Dritsas acusó a los conservadores de "jugar el papel de un inquisidor" al centrar el debate político en torno a esta cuestión, pues según dijo, el objetivo del partido gubernamental es "desviar la atención de los problemas reales".

Grecia es un país confesional "de facto" y la Iglesia Ortodoxa goza de una gran influencia sobre la sociedad y la política.

La acritud del debate político entre el Gobierno y la oposición se ha incrementado en las últimas semanas a medida que se acerca la doble cita electoral de mayo (municipales y europeas) y la posibilidad de un adelanto de los comicios legislativos debido a la fragilidad de la coalición gobernante, que cuenta con 153 escaños, sólo dos escaños por encima de la mayoría.

En febrero del año que viene, el Parlamento deberá elegir al sucesor del Presidente de la República, para lo que necesita el voto afirmativo de al menos 180 diputados.

En caso de que no se consiga elegir al nuevo jefe de Estado en tres rondas de votación, se disolverá el Parlamento y se convocarán nuevas elecciones lo que ha llevado a varios medios locales a afirmar que el Gobierno podría anticipar los comicios a antes de esa fecha.

Sin embargo, por el momento los sondeos no son favorables a los partidos de la coalición: ND y el socialdemócrata Pasok.

En una encuesta realizada por el instituto demoscópico GPO sobre la intención de voto en la región capitalina de Ática, la formación opositora Syriza obtiene el 24,6 % del apoyo frente a un 16,9 % de ND.

El tercer partido con más apoyo es el neonazi Amanecer Dorado (11,1 %), seguido del Partido Comunista (4,9 %), el nacionalista Griegos Independientes (4 %) y el centroizquierdista Dimar (3,1 %).

El Pasok queda relegado a séptima posición con apenas el 3 % de la intención de voto directa.

Otras encuestas de las últimas semanas, con una base electoral a nivel nacional, certifican la primera plaza para Syriza aunque con una diferencia de entre medio punto porcentual y el 6 % sobre ND, además de una importante caída del apoyo al Pasok.