Los obispos venezolanos declararon 2014 como el año de José Gregorio Hernández, médico de ese país a quien se le atribuyen milagros, al cumplirse en octubre próximo 150 años de su nacimiento.

En un comunicado, la Conferencia Episcopal Venezolana recordó que está abierto en el Vaticano el proceso de beatificación de Hernández, a quien se describe como un "cristiano ejemplar" y una de las personas "más conocidas y queridas de Venezuela".

Como parte de las actividades para homenajear a Hernández, los obispos decidieron constituir una comisión nacional y recomendaron que también en las diócesis venezolanas se organicen otras comisiones que establezcan un proyecto para celebrar su figura.

Esta comisión estará presidida por el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, e integrada por varios obispos y personalidades del mundo académico, del gremio médico y universitario y de los medios de comunicación.

La comisión comenzará sus funciones para "promover y desarrollar actividades", según el comunicado, el próximo 22 de enero, cuando se reunirá por primera vez en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana, y se mantendrá abierta por el plazo de un año.

José Gregorio Hernández (1864-1919) fue un médico y científico venezolano al que miles de sus compatriotas atribuyen el poder de hacer milagros y consideran un santo desde el mismo día de su muerte, atropellado por uno de los primeros vehículos que circulaba por Caracas a inicios del siglo pasado.

Sin embargo, su caso aún no ha sido reconocido como tal por la Iglesia católica, que evalúa desde hace años sus supuestas apariciones y curaciones milagrosas de enfermos dentro y fuera del país.

El presidente, Nicolás Maduro, pidió al papa Francisco el año pasado que declare santo a Hernández y en octubre anunció la construcción de un santuario en su honor con una inversión pública de 24 millones de dólares.