El Gobierno de España está dispuesto a mediar entre la empresa española Sacyr, líder del consorcio a cargo de la ampliación del Canal de Panamá, y las autoridades panameñas, para resolver el conflicto que amenaza con paralizar el proyecto, dijo hoy el embajador español en Panamá, Jesús Silva.

En una entrevista con Efe, el embajador explicó que así se lo confirmó hoy mismo al presidente panameño, Ricardo Martinelli, quien anunció su intención de viajar a Madrid y a Roma para exigir a sendos gobiernos que hagan que sus empresas cumplan con el contrato de ampliación del Canal de Panamá.

El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr e integrado por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, anunció el miércoles que en 21 días suspenderá las obras de ampliación si la ACP no reconoce "sobre costos" cifrados por el consorcio en 1.625 millones de dólares.

En una carta de preaviso enviada a la ACP y divulgada ayer, el GUPC explicó que tomó la decisión de anunciar la suspensión de las obras "ante la falta de respuesta por parte de la ACP y del seguimiento de las conversaciones iniciadas" sobre sus reclamos económicos.

"Yo le confirmé (a Martinelli) que efectivamente, el Gobierno español está dispuesto a mediar, que el Gobierno español ha estado siguiendo desde el primer momento muy de cerca este proceso, y ya incluso antes hemos estado intentando mediar entre las partes", declaró el diplomático.

Explicó que el Ejecutivo español estudia "la posibilidad de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, o alguna personalidad del Gobierno se desplace en los próximos días a Panamá para intentar apoyar esta mediación que se está haciendo tanto desde la embajada como directamente desde España".

"No tenemos previsto un viaje del presidente Martinelli (a España) en el corto plazo, pero sí estamos trabajando para intentar que un miembro del Gobierno español se pueda trasladar para poder hablar con el presidente Martinelli, con el Gobierno y con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP)", añadió.

Silva resaltó las "muy intensas" relaciones diplomáticas, económicas y políticas de Panamá y España, y que por ello Madrid ha ofrecido apoyo al país centroamericano en este asunto, con el objetivo principal de que se mantenga el diálogo entre las partes.

"Hemos ofrecido apoyar al Gobierno de Panamá porque es un Gobierno amigo y por lo tanto, todo lo que es bueno para Panamá es bueno para España. Todo los problemas que pueda haber entre socios tan intensos como nosotros pues se hablan, se dialogan y se intentan resolver", dijo.

Silva afirmó que comentó con Martinelli que el Gobierno español "creía" que las partes habían llegado a "un acuerdo que se iba a ratificar el pasado 27 de diciembre cuando volvió a visitar Panamá el presidente de Sacyr, y se entrevistó con el Administrador, pero por un motivo que a nosotros se nos escapa parece ser que lo acordado finalmente se echó para atrás la ACP".

El conflicto "no es un problema de Gobierno a Gobierno, es un problema entre un contratista y su cliente, y nosotros vamos a intentar que no se interrumpa el diálogo que había existido hasta hace poco, y que se aproveche este plazo de 20 días para intentar hablar y negociar", dijo Silva.

"Creo que hay posibilidades para el diálogo, y yo espero que se concrete en los próximos días", añadió el diplomático, que resaltó que la carta de preaviso enviada por el consorcio internacional es una "formalidad contractual".

Con el preaviso, el consorcio dijo que "en las circunstancias actuales no puede seguir asumiendo las pérdidas que genera el proyecto y que se vería obligado a suspender el contrato y por tanto las obras", recalcó Silva.

"Todavía tenemos un plazo por delante y yo creo que se puede alcanzar un acuerdo", dijo el diplomático, que alertó que "rescindir el contrato" generaría una pérdida para todas la partes.

"No es solo el daño que sufriría la empresa española o el consorcio, si no también la propia Panamá y el Canal se verían afectados porque no es tan fácil rescindir un contrato y retomar unas obras y hacerlo con un coste razonable", argumentó.

Añadió que la "obra ha avanzado muy bien, la calidad es muy buena, y lo más fácil es que la gente que está trabajando allí desde hace años pues lo continúe y lo termine".