La oposición siria condicionó ayer su participación en la conferencia de paz de Ginebra a la salida del poder del presidente de Siria, Bachar al Asad, un punto sobre el que los países árabes intentaron acercar posturas en El Cairo.

Los ministros de Asuntos de Exteriores de los países árabes mantuvieron una reunión extraordinaria en la sede de la Liga Árabe, en la capital egipcia, en la que también participó Ahmed Yarba, líder de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora.

En su discurso ante los ministros árabes, Yarba insistió en la salida de Al Asad, una de las condiciones que puso para que su formación participe en la conferencia de Ginebra 2, una cita que crea reticencias entre los opositores mientras no se garantice el cambio de régimen.

"Un gobierno transitorio es la única fuente de legitimidad y el único capaz de organizar elecciones en el marco del traspaso del poder", apuntó Yarba, que enfatizó que Al Asad "no puede tener ningún papel en la etapa transitoria o después de ella".

El líder opositor reclamó que se cumpla un calendario definido por el Consejo de Seguridad de la ONU sobre los puntos que se acuerden en esa conferencia, de manera que el gobierno transitorio se forme antes de abril.