Un equipo de expertos de la ONU llegó hoy al aeropuerto internacional de Beirut con el fin de viajar por tierra a Siria para verificar el arsenal químico de ese país, informó la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).

La misión de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), compuesta de veinte personas, llegó a la capital libanesa a bordo de un avión privado procedente de los Países Bajos.

Las autoridades han adoptado estrictas medidas de seguridad para el traslado de ese equipo a Damasco por vía terrestre, agregó la agencia.

Está previsto que los expertos comiencen mañana la operación para contabilizar, controlar y posteriormente destruir las armas químicas sirias, de cuyo empleo contra civiles se acusan mutuamente el Ejército y la oposición armada.

Se trata de los primeros pasos para la aplicación de un plan acordado por la comunidad internacional y ratificado por la ONU para destruir el arsenal sirio durante la primera mitad de 2014.

La labor de la primera fase del proceso es verificar los datos aportados por Siria en cuanto a la cantidad de armamento químico, seguido de la destrucción de las instalaciones de producción y la eliminación del armamento mismo durante la última fase.

La fase de verificación implica tanto conversaciones a alto nivel político como visitas a las instalaciones, y apoyo técnico a Siria en la elaboración de informes sucesivos, que tienen que cumplir con unos requisitos formales marcados por la Convención para la destrucción de armas químicas sobre la que se basa la OPAQ.

Por otra parte, medios libaneses informaron de que los inspectores de la ONU que ya se encontraban en Damasco acabaron hoy su misión de cuatro días en Siria y llegaron a Beirut.

Ese equipo, encabezado por el científico sueco Ake Sellström, continúa su investigación sobre el empleo de armas químicas durante el conflicto en ese país y, para ello, ha analizado con el Gobierno sirio asuntos "técnicos y logísticos".

Todavía tiene pendiente una próxima visita para recoger pruebas sobre un supuesto ataque con armas químicas el 19 de marzo en la localidad de Jan al Asal, en la provincia septentrional de Alepo, que fue tomada por los rebeldes en julio pasado.