Un tiroteo en las instalaciones del Mando de Sistemas Navales de la Armada de EE.UU. en Washington causó hoy al menos trece muertos, entre ellas el presunto atacante, del que se desconocen las causas por el momento.

Los sucesos comenzaron a las 08.20 hora local (12.20 GMT) cuando se escucharon varios disparos dentro del edificio 197 de las instalaciones militares en el sureste de la capital estadounidense.

Según testigos, el autor de los disparos se encontraba en un cuarto piso desde donde apuntaba a la cafetería del edificio.

Tras varias horas de informaciones confusas sobre el número de víctimas, el alcalde de Washington, Vincent Gray, y la inspectora jefe de Policía, Cahty Lanier, ofrecieron dos ruedas de prensa para informar de los hchos.

Gray confirmó que había "múltiples fallecidos" y varios heridos en lo que consideraba un hecho "aislado", al rechazar que hubiese indicios de ataque terrorista.

Por su parte, Lanier dijo que el supuesto autor de los disparos fue abatido, pero añadió que "tenemos informaciones que sugieren que al menos dos individuos han sido vistos con armas de fuego".

"La principal preocupación ahora es que tenemos dos potenciales autores que no hemos localizados por el momento", declaró Lanier, y agregó que se trataba de dos hombres, uno de raza blanca y otro negra, con vestimenta militar.

El número de víctimas mortales del tiroteo en las instalaciones de la Marina estadounidense en Washington, DC, asciende a 13, incluido el autor, según un balance provisional ofrecido por el alcalde de la ciudad, Vincent Gray.

Gray confirmó también en rueda de prensa que las fuerzas de seguridad aún no han encontrado a un segundo sospechoso de la matanza, y que se desconocen los motivos por los que el autor o autores perpetraron la masacre.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI) identificó al autor fallecido en el tiroteo como Aaron Alexis, un contratista militar de Texas.

Alexis, de 34 años y de raza negra, podría haber actuado con la ayuda de un segundo sospechoso, un hombre negro de unos 40 años, con patillas canosas y vestido con un uniforme de estilo militar verde oliva, que está huido.

Las autoridades no han proporcionado aún el número de heridos, aunque según el alcalde la cifra rondará "una docena o más".

Un oficial de policía y dos mujeres están siendo tratados en el hospital Medstar de la capital estadounidense por las heridas de bala recibidas durante el tiroteo.

Según Janis Orlowsky, portavoz del hospital, los tres heridos tienen pronósticos favorables y se espera que se recuperen totalmente.

Orlowsky no proporcionó las edades pero explicó que tanto el oficial de policía como una de las mujeres están siendo operados.

"La otra joven es una persona muy muy afortunada", dijo Orlowsky al explicar que había recibido un balazo que le rozó la cabeza pero no llegó a penetrar en el cráneo, por lo que no ha necesitado cirugía.

Orlowsky, visiblemente emocionada, relató que el padre de esa joven había ido a buscar a su hija cuando conoció la noticia del tiroteo y la encontró herida en las instalaciones de la Armada.

Las autoridades de la capital estadounidense decidieron cerrar el tráfico aéreo del aeropuerto Ronald Reagan, cercano a las instalaciones, aunque reabrieron las operaciones poco después.

Además, una decena de colegios del área de Washington se mantuvieron cerrados con los alumnos en el interior como medida de cautela.

El presidente estadounidense, Barack Obama, que tenía previsto ofrecer unas declaraciones sobre el quinto aniversario de la caída del banco de inversión Lehman Brother, que desencadenó la crisis económica global, se refirió al tiroteo como "un acto cobarde".

"Sabemos que numerosas personas resultaron heridas y algunas han muerto", dijo Obama desde la Casa Blanca sin dar más detalles ya que afirmó no se conocían "todos los hechos".

La residencia presidencial se encuentra a apenas a 8 kilómetros del lugar de los hechos.

Tras ser dirigida en un primer momento por las autoridades locales, la investigación ha pasado a estar coordinada por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Los agentes federales han desplegado un ingente dispositivo de seguridad en la zona del Navy Yard, un complejo de la Armada a orillas del río Anacostia en el que trabajan unas 3.000 personas.

La zona se encuentra totalmente acordonada, con la presencia de helicópteros y varios equipos de operaciones especiales.

También se ha reforzado la seguridad en varios edificios militares como el Pentágono, a varios kilómetros de distancia, y donde el aumento de la alerta solo se ha tomado como "medida de precaución" debido a que la situación aún no está controlada.

El Senado de EEUU decidió también suspender su jornada de trabajo con antelación hoy debido a que se mantiene la alerta tras el tiroteo, después de que se recomendara a los legisladores no abandonar los edificios del Capitolio por seguridad.